“Ver que pasan los días y que no llueve, pensar en el verano y ser conscientes de que esto puede continuar porque ya no llueve como antes, aunque estemos en La Palma, es una agonía”.
Es la reflexión de uno de los cientos de agricultores palmeros que, desde varias organizaciones agrarias y desde asociaciones de agricultores y ganaderos, confían en que el Cabildo tenga capacidad de reacción y empiece a plantear alternativas ante los cambios climatológicos que han colocado a los embalses de riego de la Isla es sus niveles más bajos desde hace décadas, niveles que se han recuperado mínimamente en las dos últimas semanas con al menos dos precipitaciones importantes.
El consejero de Agricultura y Ganadería del Cabildo palmero, José Basilio Pérez, asegura que “es necesario pensar y proyectar medidas correctoras para hacer frente a este nuevo escenario que se nos pone por delante”.
Asegura que “esta es una preocupación y una prioridad para nosotros, necesitamos optimizar los recursos con los que contamos y hay que buscar soluciones de forma urgente, lo que pasa necesariamente por terminar las obras hidráulicas iniciadas que se han visto paralizadas, como en el caso de la Balsa de Vicario, para la que el Gobierno de Canarias debe buscar ya una solución urgente, así como para dar continuidad en la isla a otras obras como el sifón de Las Nieves, la conducción de aguas de Barlovento a Tijarafe, entre otras”.
Entre las medidas planteadas por el consejero de Agricultura se advierte de la necesidad de “utilizar toda el agua depurada que se pueda, y adaptar las depuradoras que lo requieran con la conocida como fase terciaria, haciendo posible que el uso de esas aguas sean aptar para utilizarlas para el riego en servicios públicos, y para cultivos en caso necesario”. Resaltó que “compartimos la preocupación de agricultores y ganaderos y este se ha convertido en un asunto de la mayor importancia”.
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