A solo dos horas y media de casa te espera un archipiélago lleno de sensaciones y contrastes. Un país formado por diez islas mestizas nacidas del volcán y bañadas por el Atlántico que guardan el secreto de la morabeza.
Un mundo de contrastes
Cabo Verde tiene todo lo que buscas para tus vacaciones. Playas interminables de arena blanca y aguas turquesas en las que perderte y desconectar; senderos que quitan el aliento, valles tropicales para sentirte en medio del edén, pueblos y ciudades en los que el tiempo se ha detenido, volcanes activos que rediseñan el paisaje, fondos marinos rebosantes de vida, sabrosa gastronomía, música que te hará vibrar y gente amable y acogedora.
Sabor criollo
Cabo Verde es un país mestizo. De sangre portuguesa, africana y fuertes lazos con América que han dado lugar a la cultura criolla. ¡Descúbrela en su lengua, en su música, en su gastronomía!
Siente el ritmo
Cabo Verde es música. Ritmos que hablan de nostalgia, como la Morna, o que despiertan a los ancestros africanos, como el Funaná y la Tabanka.
Los portugueses trajeron el fado a Cabo Verde y los caboverdianos lo convirtieron en morna, una música llena de sentimiento y saudade. La cantante Cesària Évora la dio a conocer por todo el mundo y puso a su país en el mapa internacional.
A los esclavos africanos les robaron la libertad pero no el ritmo. África se siente en el batuque, en el funaná y la tabanka. ¡Déjate llevar por el ritmo y siente las raíces!
El secreto mejor guardado…
Los caboverdianos son afables, amable y gentiles. Te sonríen también con la mirada y hacen que te sientas en casa. Su secreto es la morabeza, esa cualidad indescriptible que sólo se puede entender cuando la vives. ¡Y engancha!
Diez islas, un país
Un mosaico de paisajes, cultura e influencias que hace de cada isla un lugar único.
El archipiélago se divide en dos grupos de islas, Barlovento y Sotavento. Las islas de Barlovento incluyen Santo Antão, São Vicente, Santa Luzia (deshabitada), São Nicolau, Sal y Boavista. Las de Sotavento son Maio, Santiago, Fogo y Brava.
Binter conecta Canarias con Cabo Verde 3 veces en semana – Domingo, martes y viernes y desde hace un año – Binter Cabo Verde-realiza los vuelos internos conectando todas las islas (excepto Brava y Santo Antao, que no tienen aeropuerto y que están conectadas con Barco). ¡Así que no te quedes sólo con una. En Cabo Verde uno más uno es más que dos!
Sal: la isla de la sal
El punto de partida para tu viaje a Cabo Verde. A su aeropuerto internacional Amílcar Cabral llegan los vuelos desde Canarias.
Relájate en la impresionante Playa de Santa María, con su arena blanca y aguas transparentes. Bucea en sus fondos marinos y practica todo tipo de deportes acuáticos: paddle surf, wind surf, kite surf, surf, excursiones en kayak… Observa la vida local en el Pontao, un pequeño muelle en mitad de la playa, lleno de vida todo el día. Los pescadores llegan con sus barcos, las mujeres venden la pesca, los niños juegan, y los chicos hacen piruetas bajo la atenta mirada de los turistas…
Entre junio y octubre las tortugas caretta-caretta regresan a las costas de Sal a poner sus huevos, así que podrás ser testigo de excepción de este acontecimiento de la Naturaleza.
Si te gusta la música en directo, disfrútala en los bares de Santa María y en los hoteles. Y no te vayas de la isla sin visitar las históricas salinas de Pedra de Lume, que dieron nombre a la isla, y en las que puedes flotar como en el Mar Muerto.
Un paraíso para los amantes de la playa y los deportes náuticos.
São Vicente: La isla de la música
Escucha los ecos de Cesària Évora, la diva de los pies descalzos, a cada paso por las calles de Mindelo, la ciudad en la que nació y murió la embajadora de la morna. Piérdete en el bullicio de sus calles que recuerdan a La Habana y observa el trajín de las mujeres en los mercados. Disfruta de la mejor música en directo las noches de jueves a sábado, visita el Museo Nacional de Artesanato e Design y la Casa Museo de Cesària Évora. Observa el tránsito de barcos y veleros en la marina de Mindelo, el puerto que abrió a la isla al mundo y la convirtió en la más cosmopolita del archipiélago. Sube hasta Monte Verde para disfrutar de la tranquilidad y las vistas de toda la isla. Haz kite surf en la playa de Salamansa mientras observas a los pescadores remendar sus velas hechas de sacos de azúcar y construir sus barcos. Baila hasta el amanecer en el Festival de Bahía Das Gatas, que se celebra todos los meses de agosto. Pasea por la interminable Praia Grande en Calhau y degusta un pescado fresco con los pies en la arena. Despide el el día con la puesta de sol en el pueblo pesquero de San Pedro, mientras llegan los pescadores con sus coloridas barcas.
El lugar perfecto para disfrutar de la cultura caboverdiana sin renunciar a la playa.
Santo Antao: la isla montañosa
Naturaleza en estado puro. Viaja en el tiempo en el Valle de Paul. Entre plantaciones de frutas tropicales, la vida rural sigue moviéndose al ritmo que marcan las estaciones y las cosechas. Aprende cómo se produce la bebida tradicional, el grogue, aguardiente hecho de caña de azúcar. Disfruta del silencio. Recorre la isla a pie por su red de senderos que te dejarán sin palabras. Disfruta del impresionante trayecto en coche desde la capital, Porto Novo, a Ribera Grande. Una ruta, a través de una calzada empedrada, en la que recorrerás paisajes inolvidables como el volcán de Corvo y las magníficas Ribera da Torre y Ribera Grande, con sus vistas sobrecogedoras. Date un baño en las piscinas naturales de Sinagoga, una pequeña población en la que vivió una importante comunidad judía tras la II Guerra Mundial. Bucea en Ponta do Sol y disfruta de su vida marinera. Acércate al pequeño pueblo de Fontainhas, que parece tallado en las montañas. O desaparece del mundo en la playa de Tarrafal.
Para los amantes de la naturaleza y aquellos que buscan el Cabo Verde más auténtico.
Boavista: la isla de las playas
Las mejores playas de Cabo Verde te esperan aquí. Desconecta en una de las más largas del mundo, la Playa de Santa Mónica, el primer lugar que avistaron los conquistadores y que dio nombre a la isla. Disfruta de la playa de Chaves, con su amplia oferta hotelera, sus atractivos beach clubs y sus sinuosas dunas. Mézclate con los locales en la playa de Estoril y practica tus deportes acuáticos favoritos. Disfruta del ambiente local en la plaza de Sal Rei. Siéntete como Mad Max recorriendo los caminos de arena en un quad. Sube a una duna en el desierto de Viana. Descubre la historia del Cabo Santa María, el barco español hundido en una playa paradisiaca. Avista ballenas yubartas y tiburones desde sus costas en los meses de marzo y abril. Sé testigo de cómo las tortugas recién nacidas comienzan su aventura de cruzar el Atlántico cada año. Recorre la ruta 66 caboverdiana. Te sentirás en el lejanos oeste y sonreirás al ver a los burros corriendo en libertad.
Un lugar para perderse y desconectar disfrutando de playas interminables.
Santiago: La guardiana de la historia
La mayor de las islas de Cabo Verde tiene la llave para conocer la historia de Cabo Verde, desde la colonización de Portugal hasta la independencia, el 5 de Julio de 1975.
Viaja en el tiempo por las empedradas calles de Cidade Velha, la primera ciudad fundada por los portugueses en los Trópicos en 1462 y Patrimonio de la Humanidad desde 2009. Recorre Rua Banana, con sus casitas de piedra enclavadas en un valle tropical salpicado de hermosos cocoteros. Visita el antiguo mercado de esclavos de Pelourinho y revive las historias de conquistadores y piratas desde la Fortaleza de Sao Felipe. Comprende el proceso de independencia en la Fundación Amílcar Cabral, en el barrio de Plateau en Praia, la capital de la isla. Siente el bullicio de África en el Mercado de Sucupira, donde puedes comprar todo tipo de ropa y zapatos llegadas de Europa y Estados Unidos o pasea entre los puestos de verduras y frutas del Mercado Municipal, en el que las orgullosas mujeres badías ofrecen sus productos.
Disfruta de la animada vida cultural de la ciudad y de la música en directo las noches del fin de semana y saborea la mejor oferta gastronómica de las islas.
Recorre el interior y descubre su escarpada orografía. Visita a los rabelados, una comunidad que vivió aislada de la sociedad durante 50 años y que cuentan con una curiosa producción artística. Relájate en la playa de Tarrafal. Una preciosa bahía de arena blanca al norte de la isla.
La isla para conectar con la historia y la cultura de Cabo Verde.
Fogo: La isla del Volcán
La isla de Fogo guarda un secreto en su interior. Un volcán de 2829 metros de altura.
Asciende hasta su cráter. Comprueba como la lava cubrió los pueblos de Portela y Bangaeira en 2014 y cómo la vida se va abriendo paso de nuevo. Degusta el vino producido a la sombra del volcán. Saborea una taza del tercer mejor café del mundo que crece salvaje en las laderas y conoce como se produce en la isla desde hace seis generaciones. Desciende hasta la costa de Mosteiros atravesando bosques y cafetales. Recorre los coloridos sobrados, las casonas coloniales de la gente más pudiente de la época, en Sao Felipe y descubre las plazas y rincones con encanto de esta ciudad que cuelga sobre una interminable playa de arena negra.
Para los amantes del senderismo, la gastronomía y el eno-turismo.
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