icod de los vinos: otra morada aborigen olvidada y en peligro de deterioro

La Cueva de los Guanches, de BIC a basurero

DIARIO DE AVISOS entra en la Cueva de los Guanches, donde la tradición oral sitúa la morada del mencey de Ycoden, que se encuentra abandonada y llena de desperdicios
CUEVA GUANCHES ICOD
CUEVA GUANCHES ICOD
El tubo volcánico fue declarado BIC en 2005 pero hasta el momento su protección ha sido prácticamente nula, dado que es un auténtico basurero en el que se pueden encontrar desperdicios de todo tipo. FRAN PALLERO

Hay desperdicios de toda clase: desde latas oxidadas, tetrabricks de diversos tamaños y colores, restos de pañuelos desechables, bolsas de plástico, trozos de madera, cajas de cigarrillos, hasta objetos de lo más insólito, como una vieja máquina de escribir a la que faltan algunas letras. En resumen, un auténtico basurero situado en un sitio paradisíaco y rodeado de un enorme tabaibal. Eso es lo que se encuentra en la Cueva de los Guanches, en el litoral de Icod de los Vinos, morada del mencey de Ycoden, según la tradición oral, y donde se han hallado algunos de los asentamientos aborígenes más antiguos de Tenerife.

El lugar fue declarado en el año 2005 Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de Canarias, con la categoría de Zona Arqueológica. Se trata de un tubo volcánico cuya boca está orientada al poniente, que en su interior presenta varias ramificaciones con salidas externas, algunas de las cuales están taponadas por desprendimientos o alteradas como consecuencia de las modificaciones practicadas por los últimos ocupantes de la cueva, cuya estancia se prolongó hasta mediados de la década de los 90 del siglo XX.

El yacimiento es también célebre por haberse encontrado un enterramiento individual secundario en hoyo. Esto se considera un hallazgo excepcional en Canarias por dos motivos fundamentales: por una parte, debido a la circunstancia poco frecuente de una inhumación secundaria, y por otra, por su carácter de enterramiento individual. Fue en la citada fecha cuando se procedió a la excavación de una de las entradas laterales y se descubrió que había depositado allí parte del esqueleto inferior de un individuo.

Dos décadas antes, a finales de los 70, fueron hallados allí también fragmentos de cerámica realizada a mano, punzones óseos, restos de cápridos, una mandíbula inferior humana y conchas de moluscos marinos. Estas últimas todavía perduran.

La conservación y protección de este tesoro arqueológico ha sido hasta ahora nula por parte de las administraciones, pese a que el decreto 125/2005, de 14 de junio del Ejecutivo regional así lo aconseja para evitar su expolio, dado que todavía existen sectores susceptibles de ser excavados con metodología arqueológica.

Fueron vecinos de la zona quienes alertaron a DIARIO DE AVISOS de la situación en la que está la cueva desde hace mucho tiempo, cansados de que “nadie haga nada”.

Años atrás se instaló una puerta de hierro para proteger la entrada y evitar más destrozos, pero ha sido arrancada por completo y está tirada en el suelo. Más allá de este hecho vandálico, la basura acumulada y la suciedad, tanto en el exterior como en el interior, el estropicio más grave es el que se ha causado dentro del BIC.

En uno de los laterales han roto un trozo de formación de lava, simulando una especie de ventana para que entre luz, pese a no ser necesario, porque hay suficiente iluminación natural. Parte de una de las paredes situadas justo enfrente se picó “únicamente para sacar piedra”, según los vecinos, ya que en ese punto de la formación volcánica no hay salida al exterior.

Una de las entradas secundarias que conecta con una zona del interior de la cueva fue completamente tapada con una verja, mientras que la pared situada a la derecha de la entrada principal se cubrió con piedras y cemento. “Fue un señor alemán que quería construir allí una bodega pero con el tiempo abandonó la idea”, aseguraron los ciudadanos. También apuntaron que muchas décadas atrás, cuando todavía no se conocía su verdadera importancia digna de ser declarada BIC, “se extrajeron de allí muchas piedras para pavimentar calles del municipio”.

Los vecinos consideran que la Cueva de los Guanches no se cuida “porque no genera dinero, al revés de lo que ocurre con la Cueva del Viento”. Sin embargo, lo único que piden es que se cuide porque forma parte del patrimonio del municipio y pese a ello, durante años “se ha expoliado, destrozado, modificado, saqueado, destruido y convertido en vertedero”. Además, añaden, se “ha usado como arma arrojadiza por distintos partidos políticos que prometieron cuidar y proteger este yacimiento único, pero al final ha sido todo un cuento, ya que su estado de abandono es total, como pudo comprobar este periódico.

TE PUEDE INTERESAR