Al pedir comida a domicilio y facilitar los datos personales, jamás se piensa en que la persona que los reciba hará un uso indebido de los mismos más allá de entregar la pizza, el sushi o el pollo al limón. Al menos, eso fue lo que creyó la inglesa Michelle Midwinter que, tras recibir su pedido mediante JustEat (empresa dedicada a la distribución de comida), comenzó a recibir mensajes a través de WhatsApp del propio repartidor que intentaba seducirla.
La mujer, que cortó rápidamente la conversación, decidió comunicarlo a la empresa y publicar las capturas de los mensajes en la red social de Twitter. Según declaraciones de Midwinter a la BBC, “al principio me sorprendió el hecho de que alguien se pudiese acercar a mí de esa manera, me hizo sentir muy incómoda al darme cuenta de que este tipo tenía mi nombre, dirección y teléfono”.
En este sentido, JustEat ha responsabilizado directamente al restaurante, ofreciendo a la denunciante un descuento de diez libras. “Un comportamiento absolutamente escandaloso y repugnante”, aseguró la mujer ante la actitud de la compañía.
La denuncia pública en Twitter, compartida este pasado lunes, cuenta ya con 11.000 retuits y más de 1.500 comentarios repudiando el comportamiento del repartidor.
Just a snippet of Just Eat’s response to my receiving unsolicited messages from the guy who had just delivered my food. Nice one Just Eat! Apart from him using my number in this way surely being in breach of privacy laws etc, they don’t really seem to take it seriously do they?? pic.twitter.com/OVZkl0IW5f
— Michelle Midwinter (@ShelbyTree) 15 de enero de 2018