La excavación de la cueva de Las Mejoras, en el barranco de Los Gomeros, ha permitido demostrar que este enclave de Tijarafe, un antiguo poblado aborigen, es toda una joya para profundizar en el conocimiento de la cultura de la antigua Benahoare. Así lo ha revelado una excavación realizada por un equipo de arqueólogos compuesto por los doctores Francisco Pérez Caamaño, Gema Pérez González y Javier Soler Segura, cuyos resultados acaban de presentar en el municipio tijarafero, Ayuntamiento que sufragó esta primera fase de la investigación del proyecto denominado Occidente.
Como resultado de la excavación han inventariado un total de 1.669 piezas arqueológicas, sin contar los restos encontrados de fauna e ictofauna (peces), que está analizando el arqueólogo Jorge Pais. Sumadas pueden alcanzar la cifra total de unas 4.500 piezas, según informó Pérez Caamaño, quien no obstante puso el acento en el aspecto cualitativo del yacimiento. “A pesar del nivel de alteración arqueosedimentaria, de los diversos expolios sufridos y lo pequeña que es la cueva, la representatividad de la cultura material aborigen se sitúa al nivel de otros yacimientos palmeros”.
Uno de los objetivos de la excavación era demostrar que el poblamiento de La Palma se hizo en la integridad de la isla desde el primer momento y no por fases, como se había creído, ocupando primero la banda oriental y luego la occidental. Hasta ahora, pese a que ya existía un cierto consenso entre los investigadores, no se había corroborado porque la inmensa mayoría de las excavaciones se habían realizado la zona este de la Isla.
En el yacimiento de Las Mejoras se hallaron restos de cerámica de todas las fases (a execpción de una subfase, pero que también se encuentra en la zona) por lo que Caamaño concluye que “tenemos un poblamiento en la comarca noroeste desde el principio, aproximadamente desde los inicios del siglo I a. C e incluso antes”. Con ello se termina de comprobar que el poblamiento de la isla no se hizo por etapas, sino en toda la isla desde el inicio.
La aparición de toda la secuencia cerámica, cuya evolución marca un cronograma de la prehistoria palmera, ha sido capital para contrarrestar el estado alterado que presentaba la estratigrafía de la cueva a la hora de datar la presencia humana en la zona. “Si bien es verdad que uno de los objetivos era encontrar una estratigrafía intacta como la de El Tendal o Los Guinchos, no la tenemos, pero desde el punto de vista de la cultura material recuperada es absolutamente representativa de la sociedad aborigen de La Palma”, señaló Caamaño. “Hemos obtenido una cantidad y una calidad de información arqueológica en la cueva de Las Mejoras extraordinaria”, recalcó la arqueóloga Gema Pérez.
Además de la cerámica, se han encontrado restos de industria ósea , como punzones, pequeñas agujas, cuentas. Ha parecido también lo que aparenta ser un pequeño ídolo, de poco más de tres centímetros, realizado en hueso. Además, destacan que los recursos marinos fueron muy utilizados en el poblado del barranco de Los Gomeros, donde se han encontrado tres ejemplares de lapa majorera, que no son nada frecuentes en La Palma. En cuanto a industria lítica, Caamaño destacó la presencia de utensilios de “un basalto de alta calidad”, formando machacadores, piedras molineras, etc.
En lo que se refiere a los restos de fauna localizados en la cueva del barranco tijarafero, Jorge Pais manifestó durante la presentación de los resultados que ha podido constatar la presencia de cabras, ovejas, cochinos, gatos, aves, posiblemente perros e, incluso, huesos humanos. Si bien, el director del Museo Arqueológico Benahoarita, por cuyas manos han pasado miles de restos óseos de toda Canarias para su estudio, reconoció que uno de los huesos hallados aún no ha podido determinar su procedencia y asegura que “no es de ninguna especie que se haya visto en las Islas”.
Por otra parte, Caamaño dejó claro que los estudios realizados en la cueva han permitido corroborar el potencial que tiene el barranco de Los Gomeros para la difusión y promoción del patrimonio arqueológico de La Palma, por lo que cumple las expectativas para la creación de un parque arqueológico en la zona, lo que redundaría tanto en la cultura como en la economía local.
Los investigadores han podido también realizar una reconstrucción del uso histórico de la cueva, que al menos “en dos o tres ocasiones, fue vaciada, saneada e incendiada en su totalidad”. Por la información oral que han obtenido, cuando una cueva se ha empleado como corral y cambia su uso, en este caso como almacén de productos agropecuarios, se quema durante varios días para desinfectarla.
REFERENTE
El alcalde de Tijarafe y arqueólogo, Marcos Lorenzo, anunció que habrá una nueva campaña de excavación este verano, que será incluso “más ambiciosa no solo en cuanto a los sondeos, sino también por su enfoque”, ya que está previsto que se realice un campus arqueológico para los interesados en conocer esta ciencia.
Además, anunció que están organizando un congreso sobre el poblamiento de Canarias, que se celebrará en Tijarafe en noviembre, reuniendo a los principales expertos sobre la materia. El municipio albergará también el 20 de junio, la tarde antes del solsticio de verano, una conferencia sobre arqueoastronomía a cargo del profesor Miguel Martín. “Queremos que Tijarafe sea un referente y un revulsivo en el mundo de la arqueología de La Palma”, concluyó.