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Un detenido se mata a cabezazos en un calabozo de Tacoronte

El varón, de mediana edad y con antecedentes de salud mental, acababa de ser arrestado tras dejar en estado grave a su propio padre, al que atacó con una barra de metal
El infortunado se autolesionó en cuanto fue encerrado en el puesto de la Guardia Civil. DA

Tragedia en Tacoronte. Un hombre falleció ayer como consecuencia de las graves lesiones que se provocó a sí mismo cuando se encontraba en un calabozo del Puesto Principal de la Guardia Civil en Tacoronte, a donde había sido conducido después de protagonizar un gravísimo incidente familiar, además de atacar a los agentes que procedieron a su arresto.
De la filiación del infortunado varón solo ha trascendido que se llamaba Ramón, que era de mediana edad y que tenía antecedentes por serios problemas de salud mental, un factor que, como parece obvio, resultó relevante para el terrible suceso que nos ocupa.

Los hechos se inician poco después del mediodía de ayer, cuando tiene lugar el violento episodio familiar aludido por causas que no han trascendido. Según información captada a través de vías extraoficiales, Ramón presuntamente atacó a su padre con una barra de metal con tal fiereza que le causó heridas que, en un principio, fueron catalogadas como de gravedad, ya que algunos de los golpes impactaron en la cabeza del progenitor.

Es probable que fuera la intervención de los hermanos de Ramón lo que salvó la vida al padre, ya que fueron ellos quienes lograron frenar la agresión, probablemente fruto de un ataque psicótico relacionado con la esquizofrenia que supuestamente padecía.

Lo cierto es que la actitud de Ramón seguía siendo muy violenta, a tal punto que se hizo con las llaves del vehículo familiar. No se ha podido confirmar con certeza si, ya al volante, intentó continuar con la agresión o se puso en fuga y acabó teniendo un accidente, ya que sobre este punto las fuentes son contradictorias.

Sea como fuere, tras el incidente del vehículo se produjo la intervención de los guardias civiles de Tacoronte, que tuvo lugar en la Carretera General de Tacoronte a la altura de la zona de El Torreón.

Tras su traslado al Puesto del Instituto Armado, las fuentes aludidas detallan que lo peor de esta tragedia se desencadenó en cuestión de unos minutos, y que los guardias civiles, que acudieron al calabozo en cuanto oyeron los golpes, a duras penas lograron que el detenido cesase en su actitud.

Lamentablemente, fruto de los golpes se autoprovocó una herida considerable que, en un principio, fue tratada por el facultativo que atendió a la llamada de las autoridades en el mismo Puesto de la Guardia Civil tacorontera, para proceder a su inmediato traslado hasta un centro hospitalario, servicio prestado por una ambulancia del Servicio de Urgencias a la que abrían paso los propios guardias civiles.

De la gravedad de esas heridas da triste cuenta el hecho de que Ramón falleció ayer, cuando aún no habían pasado ni veinticuatro horas de que empezara esta lamentable historia.

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