Los ponentes del Estatuto canario constatan que el ritmo es muy lento

En la segunda reunión de la ponencia constituida el 12 de diciembre en la Comisión Constitucional del Congreso para la tramitación del nuevo Estatuto de Autonomía de Canarias se produjo ayer un avance pequeño desde el punto de vista del articulado y grande en cuanto al procedimiento. La coordinadora del grupo de trabajo, Mari Carmen Hernández Bento (Partido Popular), declaró a los medios de comunicación que el grado de satisfacción de los participantes había sido muy elevado. Sin una fecha aún para la próxima cita, en esta convocatoria se constató que el ritmo era muy lento, de manera que los interlocutores se comprometieron a acelerarlo. Bento confía en que esta fase esté culminada “antes del verano”. Lo importante es avanzar, coincidieron los participantes.
Pedro Quevedo confía en que esté listo “en este siglo”. El diputado de Nueva Canarias avisó de que el paso de tortuga resulta inadecuado para cumplir con la responsabilidad que han asumido los representantes de los grupos parlamentarios implicados. Se mostró convencido de que el debate ha servido para ir más rápido. “Ahora sabemos que hay que establecer un mecanismo más ágil”, transmitió al DIARIO. “La fase en la que nos encontramos tiene su complejidad. Lo esencial es actuar con diligencia, porque ya perdimos una oportunidad hace 10 años”, apuntó Quevedo.

Después de que el 18 de enero se aprobaran por unanimidad 60 artículos del texto a los que no se habían planteado enmiendas y se acotaran otros, en esta ocasión analizaron los derechos. “Hemos dejado muchas cuestiones abiertas”, explicó Bento, con la intención de seguir caminando y no estancarse en las discusiones de fondo. Meri Pita (Podemos) lamentó que solo se hayan resuelto seis artículos. En la mesa ni se mencionó el espinoso asunto de la reforma electoral, pendiente de lo que se determine en el Parlamento regional. En este ámbito, el día 9 de este mes volverán a sentarse los ponentes de la comisión de estudio. La propuesta consensuada por el PSOE, el PP, Podemos y NC ha sido rechazada por CC-PNC y ASG (Grupo Mixto). Consiste básicamente en una reducción de los topes de acceso, tanto el regional como el insular, y en el incremento del número de escaños (de 60 a 70): uno sería directamente para la circunscripción de Fuerteventura y los otros nueve saldrían de un colegio de restos. Los promotores necesitan un voto para que prospere la iniciativa. De lo contrario, han amagado con llevar la modificación del “injusto y desproporcionado” sistema electoral a las Cortes Generales. Ahí está garantizada la mayoría.

El proyecto de Estatuto salió de la Cámara canaria, el 25 de marzo de 2015, en las postrimerías de la pasada legislatura, con el apoyo de CC y el PSOE, el rechazo del PP y la abstención del Grupo Mixto (NC-PIL). El pacto para la investidura de Mariano Rajoy propició que los populares cambiaran de registro, al igual que NC. Podemos y Ciudadanos también hacen causa común, aunque son más exigentes en lo que respecta al sistema electoral.

Precisamente, ayer quedaron patentes en los pasillos del Congreso, tal como recogió Europa Press, las diferencias entre CC y el resto de formaciones en torno a la ley electoral que se discute en Canarias. Ana Oramas se opuso enérgicamente a que, en el caso de que no se llegue a un acuerdo en el Parlamento canario, la ley electoral se incluya en el Estatuto de segunda generación. “Los diputados de El Hierro, Lanzarote o Fuerteventura no los decidirán los de Murcia, Huesca o Teruel”, arguyó. Alegó que en la propuesta de reforma remitida al Congreso se incorpora una bajada de los topes para obtener representación parlamentaria y una lista regional.

El socialista Sebastián Franquis criticó los argumentos empleados por Oramas: “Dan un poco de vergüenza”. Melisa Rodríguez, de Ciudadanos, acusó al PP de hacer “movimientos bastante erráticos” y le reprochó que en su día “se alzaba en voces diciendo que el Estatuto no representaba a los canarios” y que ahora lleguen a “un entendimiento en casi todo para bloquear las enmiendas” de las formaciones que no estaban en Canarias, en alusión a Podemos y Ciudadanos.