Cathaysa Delgado regresó a Bangkok en busca del oro que se había dejado allí en 2017 por culpa de una decisión controvertida de los jueces… y regresará a Tenerife con la medalla dorada colgada del cuello. La tinerfeña es campeona del mundo de muay thai boran después de haber vencido a la representante estadounidense en la gran final del Mundial celebrado durante estas dos últimas semanas en Bangkok.
La deportista de San Miguel tocó el cielo allí donde el año pasado lo había rozado. Después de dos títulos europeos y de otros tantos nacionales en categoría amateur, la alumna de Ricardo Forestiere dio un paso adelante en su trayectoria deportiva para quitarse el casco y el peto de los aficionados y atreverse solo con las protecciones de la categoría Pro Am, la antigua neo profesional a la que se acostumbraba en Tenerife.
Así, con espinilleras de tubo y coderas, Cathaysa Delgado subió al ring del estadio Nacional de Bangkok centrada en convertir el duro trabajo de los meses anteriores en el metal preciado. “Creo que ha sido un triunfo muy claro y que esta vez no ha habido ninguna duda”, señalaba su entrenador una vez finalizada una batalla que la tinerfeña dominó.
“Salimos a meterle mucho ritmo al combate, a llevar la iniciativa y a no dejar ningún lugar a dudas y fue un combate en el que Cathaysa fue mucho mejor, haciendo todo lo que habíamos hablado y preparado”, señalaba Forestiere, quien explicaba que “fue un muy buen combate para ser el primero que hace en esta categoría”.
“Apretamos mucho para no tener sorpresas como nos ocurrió el año pasado”, reconocía el entrenador de la nueva campeona mundial después de la experiencia del año pasado, cuando dieron ganadora a la representante italiana tras una final en la que todos, menos los jueces, vieron superior a Delgado.
“No sufrió, impusimos nuestro ritmo y la americana no pudo hacerle frente, no hubo cuentas de protección, pero Cathaysa fue muy superior y al final ha sido una más que justa ganadora de la medalla de oro”, admitía el entrenador tinerfeño con la satisfacción de la planificación y el trabajo bien hecho. “La medalla hace justicia a todo lo que hemos entrenado durante esta preparación, que ha sido muy dura y muy exigente”, finalizaba Forestiere.
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