Las marcas que integran el sello Isla Bonita Moda, lideradas por emprendedores adscritos a este proyecto que ha generado grandes elogios, pero también duras críticas desde el ámbito político, están logrando posicionarse en la Isla como un sector rentable y generador de economía y empleo. Aunque con limitaciones y con una trayectoria temporal limitada, han elaborado una encuesta interna para conocer cuáles son los resultados del proyecto puesto en marcha hace un año y medio bajo el liderazgo del Cabildo y de su impulsor, el consejero de Desarrollo Económico, Promoción e Industria, el nacionalista Jordi Pérez Camacho.
Las colecciones realizadas, su promoción y comercialización, entre otros factores, dan como resultado según esta encuesta interna de actividad económica, que en un año y medio de intenso trabajo se han generado un total de 163 puestos de trabajo, además de nueve puntos de venta. Todo ello con un impacto económico global de 1,5 millones de euros. Tal y como recoge la encuesta a la que ha tenido acceso este periódico, la constitución de actividad empresarial, las colecciones realizadas y su difusión y comercialización, acompañadas de acciones promocionales regionales y nacionales, son algunas de los factores que se han tenido en cuenta. Los resultados de la encuesta sitúan el impacto económico directo en 1,1 millones de euros, “obtenidos del nivel de facturación y valor nominal de las últimas colecciones elaboradas”.
El mismo informe reseña que “el impacto económico indirecto se ha obtenido por la aplicación del un coeficiente equivalente al 33% del impacto económico directo, esto es, 391.324 euros”. Desde la dirección del Isla Bonita Moda, confirman que a las siete marcas consolidadas bajo este sello de calidad con vocación y proyección nacional y aspiraciones de traspasar las fronteras nacionales a más largo plazo, se sumarán otras cuatro marcas tras someterse a las valoraciones de la comisión de garantías del sello Isla Bonita Moda. Eso sí, todas las marcas deben cumplir con una condición imprescindible: su sede social y la mayor parte de su actividad de producción y realización de colecciones y producción textil, debe realizarse en la isla de La Palma.
“Es de este modo – explican desde la dirección de la entidad – como podemos cumplir con una serie de objetivos fundamentales que pasan por la generación de empleo, la diversificación de la economía insular y un aumento de la demanda interna y externa del trabajo que estas empresas vienen realizando”. La iniciativa se puso en marcha a partir del convencimiento, por parte del consejero Jordi Pérez Camacho, de que “nuestra isla cuenta con una fantástica cantera de creativos de moda”.
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