Taucho recibe el verano envuelto en la nostalgia. El singular caserío de las medianías de Adeje, declarado Bien de Interés Cultural, rescata estos días la huella de sus antepasados, a los que rinde homenaje recordando viejas tradiciones que se remontan un siglo atrás, cuando el aislamiento y las adversas condiciones del medio rural imponían su ley a los habitantes de este enclave.
El empeño de la Asociación Cultural Imoque y la colaboración del Ayuntamiento han conseguido, desde hace 10 años, que cada mes de junio Taucho invite a sus visitantes a un viaje en el tiempo mediante escenificaciones costumbristas construidas a través de la memoria oral.
La décima edición de las Jornadas Etnográficas de Taucho, que se celebran desde el viernes pasado hasta el próximo jueves, está dedicada al vino, el queso y la miel, tres ingredientes que nunca faltaban en los hogares de las medianías adejeras. Ayer, sus vecinos se enfundaron la vestimenta propia de la época para recordar, en la plaza del pueblo, los oficios tradicionales relacionados con estos tres alimentos. Así, los visitantes pudieron disfrutar de una demostración de ordeño, la trasquila de ovejas, la elaboración de queso, los talleres de velas de cera de abeja, la fabricación de tejas y la producción de pan artesanal. Tampoco faltó a la cita la muestra de orfebrería, en la que participaron 26 artesanos.
La apuesta de Taucho por las tradiciones y la conservación del legado que ha llegado hasta nuestros días continuará mañana con un taller de repostería tradicional impartido por los propios vecinos, y el miércoles con una demostración de elaboración de gofio, queso y miel. La clausura tendrá lugar el jueves a las 20.00 horas con la ponencia Los contratos de la Royal Navy con los vinos de Tenerife en el siglo XVIII, a cargo de Carlos Cólogan Soriano.