Un día de calima y en plena fiestas de la Virgen del Carmen, como hace 50 años, la memoria del pesquero Fausto regresa al pueblo que lo vio partir el 19 de julio de 1968, Tazacorte, hasta perderse para siempre en la infinidad del Atlántico y con él la vida de sus cuatro tripulantes. Y vuelve con la representación de una obra de teatro, Proyecto Fausto, escrita por el autor palmero Antonio Tabares y representada por la compañía Delirium, que hoy se representa a las 20:30 en la Casa de la Cultura de Tazacorte y mañana, a la misma hora, en el Circo de Marte.
Una obra cuya escritura ha sido “un reto” para Tabares, dada la sensibilidad del tema que afecta directamente a personas que están vivas., y cuyo hilo conductor es el dolor de las cuatro mujeres que perdieron a sus maridos en la travesía de vuelta a La Palma desde El Hierro, hasta donde habían transportado el día anterior plantones de plataneras.
“Las cuatro mujeres del Fausto tuvieron que soportar primero el miedo a la pérdida y luego el dolor por la pérdida”, comentó Tabares en la presentación de este montaje que “no deja de ser un homenaje a tantas mujeres que pierden a su marido en el mar o les toca ejercer el papel de cabeza de familia en situaciones muy complicadas como fue el Tazacorte de hace 50 años o como lo es hoy en día”.
Tabares se acercó a la vida de estas mujeres mediante entrevistas a sus descendientes – solo vive la mujer del mecánico de El Paso, que se unió a la travesía de vuelta en El Hierro, junto con los tres pescadores bagañetes -. Conversaciones en la que aseguró que a pesar de que ha pasado medio siglo del suceso, “ese dolor sigue ahí latente”.
Tabares recalca que aunque la obra parte de un hecho real, como pieza literaria está “ficcionada o poetizada”. Y añade que uno de los grandes temas que trata Proyecto Fausto es “la inconsistencia de la verdad”. “En la obra, la verdad está cuestionada, tensionada, no diré que hasta el extremo pero sí hasta un punto en que el espectador cuestiona lo que está viendo de la misma manera que las protagonistas de la historia se cuestionaban lo que estaba pasando”.
Severiano García, director de la compañía Delirium Teatro, destacó que el teatro que comparte con Tabares y que le gusta a ambos es el de “las preguntas, no de las respuesta”. “Que nadie vaya esperando una respuesta, porque es imposible, nunca se sabrá la verdad de lo que ocurrió con la desaparación del Fausto”, dijo.
La verdad de lo que ocurrió aquellos días en los que el Fausto se perdió en la inmensidad del Atlántico y con ello la vida de los cuatro palmeros que iban a bordo, nunca se sabrá con certeza, aunque la hipótesis más plausible es que se perdiera por la intensa calima que hacía esos días y la corrientes.
Así lo expresó el alcalde de la localidad, Ángel Pablo Rodríguez, que por aquel entonces era un muchacho de 20 años y recuerda cómo “aquella tarde, en Tazacorte, esperábamos el regreso del Fausto. Estaba el Puerto lleno de gente de toda la isla de La Palma. Pero se fue poniendo el sol y no llegó el barco”.
Un hecho que, como recodó el consejero insular de Cultura, Primitivo Jerónimo, “lo vivimos intensamente, minuto a minuto”, sobre el que además indicó que hoy en día todavía exite en el Valle de Aridane “un cierto temor” por todas las leyendas que surgieron a su alrededor. Y valoró que esta historia sea abordada por Antonio Tabares, de quien aseguró que en la actualidad es uno de los principales escritores de teatro de España.
La concejal de Cultura de Santa Cruz de La Palma, Virginia Espinosa, destacó el hecho de que la obra pone en primer plano el sufrimiento de las cuatro mujeres que además del dolor de la pérdida “tuvieron que padecer por la red de murmuraciones que desde entoces y aún hoy vino a perpetuar la calima densa, cegadora, que parece haber desviado a los cuatro navegantes de su rumbo”.
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