arrastre de ganado

Los ganaderos y buayeros avalan el bienestar de sus animales

El arrastre canario y las romerías ayudan a que las razas autóctonas no desaparezcan
Un buayero guia a su yunta en las labores de arado de la tierra para su posterior siembra de cereales en una finca de Tacoronte. @| Sergio Méndez

Estas últimas semanas, el sector ganadero de Canarias está en el centro de atención de la opinión pública por diversos motivos, no todos positivos. Sobre todo por el ataque virulento de colectivos animalistas, entre ellos Pacma, que solicitan a las instituciones regionales la desaparición de las romerías y el arrastre de ganado.

Para ello, argumentan que estas actividades lúdicas o deportivas suponen un maltrato físico y psicológico de los bueyes, toros y vacas. Para ello se amparan en un informe partidista elaborado por una asociación de veterinarios que quieren la abolición de las corridas de toros, y que mete en el mismo saco el arrastre que se desarrolla en Canarias con el de Euskadi. Mientras en el País Vasco los bueyes utilizados en competiciones de arrastre de piedra son estimulados mediante pinchazos para tirar el peso, en las Islas está totalmente prohibido esta práctica y no se permite el castigo animal.

Además, mientras en Euskadi es una prueba de resistencia de 30 minutos, en Canarias el arrastre es una prueba de velocidad y habilidad de la dupla entre animales y buayeros que dura entre 20 segundos, la más rápida, y como máximo tres minutos, por lo que si se suman todas las pruebas durante un año no llegarían a competir 15 minutos.

Además, el arrastre es una disciplina deportiva autóctona regulada por el Gobierno de Canarias, en el que no se permite el sufrimiento y maltrato de los animales. Incluso hay un veterinario, adscrito a la Dirección General de Ganadería, que comprueba el estado del animal y, si detecta que no se encuentra en buenas condiciones físicas automáticamente se retira.

Desde los animalistas se señala el uso de collares eléctricos y la vara con punta para guiar a los animales, una práctica realizada en el País Vasco pero no en Canarias, donde los ganaderos y buayeros son respetuosos con sus animales. En la práctica del arrastre el buayero los guía con una vara sin punta, nadie los toca por detrás y, si un guayero los golpea para que no se paren o vayan más deprisa, son amonestados y sancionados.

Un ganadero practica el arrastre en Tegueste. | A.G.

La Federación de Arrastre Canario considera que tanto la propia práctica de arrastre como la participación en las tradicionales romerías son muy importantes para que las razas autóctonas bovinas basta y palmera no desaparezcan, como estuvieron a punto de hacerlo a mediados del siglo pasado. La implantación de la mecanización en el campo hizo que cada vez se utilizara menos el ganado bovino para las labores de arado, siembra o trilla de nuestros campos, y la llegada de los vehículos industriales a motor eliminó la utilización de toros y bueyes para el transporte de materiales y mercancías entre los distintos lugares de las islas. Sin olvidarnos de la irrupción de razas con mayor productividad de leche y carne, que desbancaron a las razas autóctonas de las cuadras y establos ganaderos. Por tanto, las razas bovinas no pueden considerase animales de compañía, sino una pieza fundamental en la subsistencia de las familias canarias y su entorno.

En el caso de las romerías, desde hace años se ha regulado el número de personas que se suben a una carreta. Además, los toros y bueyes están preparados para tirar convenientemente de ese peso, realizándolo de una manera tranquila y sin apenas cansancio. Sin embargo, los colectivos animalistas consideran que el maltrato y el sufrimiento del ganado que se produce debido al estrés por el transporte hacia el lugar de destino, el ruido, la música, los gritos de la gente o el calor.

Un guayerito guia a una yunta durante una romería. |DA

“Las vacas tienen derecho a trabajar, hacer deporte y divertirse”

Pedro Molina, recordado presidente de Agate y la Federación de arrastre, siempre sostuvo que “las vacas tienen derecho a trabajar, por eso van al campo y producen leche; tienen derecho a hacer deporte, y por eso van a los arrastres; y tienen derecho a divertirse, y por eso van a las romerías”. Molina fue precursor hace 41 años de la Feria de Ganado y de las Fiestas de San Benito, que hoy celebrará su romería-

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