La alcaldesa de Candelaria, Mari Brito, salió ayer al paso de las críticas de CC y PP por la celebración, en la plaza de la Patrona de Canarias, del Hot Summer Weekend, en el que se registraron varias intervenciones policiales y asistencias sanitarias a menores por intoxicaciones etílicas y consumo de drogas. La polémica ganó intensidad ayer, después de que el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, difundiera un vídeo en las redes en el que, sobre imágenes del festival candelariero, pedía que “no se patrocinaran fiestas en las que no haya consumo responsable de alcohol o se permita el consumo de alcohol a menores”.
Mari Brito señaló a este periódico que “es intolerable que un cargo público insinúe que el Ayuntamiento incita y fomenta el consumo de alcohol”, y recordó que en la plaza no se instaló un solo kiosco. La regidora no dudó en calificar de “ataque de acoso y derribo a mi persona en la precampaña; muy desesperados tienen que estar para que saquen a Carlos Alonso”. Brito, que admitió que la cifra de público duplicó las previsiones municipales, considera que la denuncia de CC y PP es “desproporcionada” y “alarmista”, y señaló que se produjeron “entre 10 y 12” intervenciones policiales y una veintena de asistencias sanitarias por el personal de las ambulancias y en el centro de salud. “Cuando me comunican que las incidencias estaban aumentando, tras hablar con la Policía Local, Protección Civil y el director de Seguridad, decidimos terminar el festival a las 00.30 horas para evitar males mayores”, indicó Brito. “A partir de ahí, el público se disolvió”.
La alcaldesa recordó que esta fue la tercera edición del Hot Summer Weekend. “Valoraremos si se repite o no el evento, en qué condiciones, dónde, cómo… pero es la evaluación que hacemos con todos los espectáculos y actividades que realizamos”, manifestó.
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