El Phe Festival sigue su camino hacia la consolidación como el festival por excelencia de la música indie en Canarias. Buena cuenta pudieron dar los más de 7.000 asistentes que este fin de semana se acercaron al Puerto de la Cruz para disfrutar no solo de buena música en directo, sino también de las numerosas y diferentes actividades que rodean las dos jornadas de conciertos.
En lo estrictamente musical, el Phe comenzó el viernes con Minifefas, que dejaron un muy buen sabor de boca. Sorprendieron también Floridablanca a los asistentes más madrugadores (los conciertos comenzaron a las 17.30 horas). Los canarios Pumuky dieron buena cuenta del escenario y dejaron presente su veteranía.
Pedrina animó la puesta de sol y generó las primeras canciones coreadas por el público, sobre todo su tema Enamorada, del dúo que formaba junto a Rio. Con una propuesta sencilla, enamoró a los presentes. La colombiana, además, acompañó en Amor Papaya a uno de los artistas más esperados de la noche, Carlos Sadness, que llenó de energía la explanada del Phe. La complicidad con el público se hizo evidente con temas como Qué electricidad, Longitud de onda o Te quiero un poco, y lo remató con un rap improvisado.
Y llegó otro de los momentos estelares, la actuación de la artista revelación del momento: Nathy Peluso. Dominó el escenario a su antojo, arrolló con su personalidad y demostró el porqué triunfa allá por donde va con su versatilidad musical. Lo mismo te canta un rap como da un repaso por algunos boleros, terminando con acordes de jazz. Sus temas Sandunguera y, sobre todo, Corashe hicieron vibrar al público.
No se quedó atrás El Columpio Asesino, uno de los grupos más esperados de esta edición. Con unos ritmos constantes hicieron bailar a los presentes. Cuando sonó Toro fue un auténtico disparate. La noche finalizó con Kid Simius y su electrónica con tropicalismos y buen rollo.
El sábado no se quedó atrás en cuanto a calidad musical y entrega del público del Phe. Las puertas se abrieron a las 17.00 horas, llenándose el recinto de familias y asistentes que esperaban el comienzo de los conciertos paseando con curiosidad por las tiendas de tendencia, probando los deliciosos platos de la oferta gastronómica del festival y descansando en la zona de relax.
El rock melancólico de Mento abrió el escenario y los siguieron los grancanarios Texxxcoco. Estos dos grupos canarios dieron paso a uno de los dúos revelación del Phe Festival, Niña Coyote Eta Niño Tornado. Con solo una batería y una guitarra dejaron a los asistentes sorprendidos con su sonido tan completo y con ganas de más.
Desafortunadamente, Amanitas se cayó del cartel en el último momento. Las chilenas no consiguieron financiación para poder viajar a Tenerife. Esperemos que se remedie en el Phe 2019. La Bien Querida puso el toque justo de romanticismo para iniciar la noche. La melancolía de sus temas inundó el escenario antes de dar paso a los irreverentes Perro. Con unas visuales más que curiosas, el rock alternativo de los murcianos se hizo enseguida bandera en la explanada del parking del Muelle del Puerto de la Cruz.
Y después, como gran cabeza de cartel, llegaron los barceloneses Dorian. Entre tema y tema de su nuevo disco Justicia Universal, con algunos ya tarareados y saltados con toda la energía del mundo por un público entregado como Vicios y Virtudes o Hasta que caiga el sol, Marc y compañía ofrecieron sus clásicos. De A Cualquier otra parte y Verte amanecer a La Tormenta de Arena, temas imprescindibles en sus directos. Los sintetizadores sonaron mejor que nunca en el escenario del Phe.
Como colofón y fin de fiesta perfecto llegaron We are not djs y su old school. Sus mezclas rockeras, éxitos de toda la vida, con dance y electrónica hicieron las delicias de un público que, bailando y saltando, parecía no querer abandonar el recinto.
El Phe Festival 2018 dejó un sabor de boca delicioso, y es que el buen hacer de su organización y de los artistas no hacen más que consolidarlo en el panorama festivalero español.
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