santiago del teide

“Las cintas indicativas de peligro siempre las tiraba el mar”, según el socorrista

Las declaraciones de los testigos sembraron dudas sobre las medidas de seguridad adoptadas tras el leve derrumbe, un mes antes de producirse el accidente mortal de la playa de Los Guíos
Los padres de Vanessa, una de las dos fallecidas en Los Guíos el 1 de noviembre de 2009 / FRAN PALLERO

La segunda jornada del juicio por la tragedia de la playa de Los Guíos, ocurrida el 1 de noviembre de 2009, aparte de las emotivas declaraciones del hijo de Marion, la mujer inglesa fallecida, y la madre y el novio de Vanessa, la otra víctima, se centro básicamente en certificar si la playa contaba o no con una cinta o un cartel que avisara del peligro que se corría en la cala de Los Gigantes por los desprendimientos, que ya contaban con un precedente un mes antes.

“Cuando llegué a la playa, la cinta estaba rota y en el suelo”, dijo el socorrista Antonio José Plasencia, que, sin embargo, se manejó en un mar de contradicciones y falta de memoria, recordando, eso sí, que advirtió a Marion de que saliera de la zona de riesgo de derrumbe, y que no confirmó que lo terminara de hacer porque “tenía mucho trabajo ese día en la playa”, donde aparte de socorrista realizaba las labores de hamaquero y de limpiador de los baños.

También señaló que aquel trágico domingo, primero de noviembre, “había una mar de leva muy fuerte y hasta que no bajó la marea, sobre la una, no cambié la bandera roja por la amarilla, porque hasta entonces la mar llegaba al muro que estaba debajo del talud”. Agregó el socorrista que él colocaba las cintas de protección de la zona peligrosa cada vez que las veía caídas, porque “el mar siempre terminaba tirándolas”, y que muchas veces “la gente pasaba para ir a coger lapas al fondo”.

Ante la contradicción en sus respuestas al Ministerio Fiscal y a la defensa, la fiscal volvió a preguntarle si aquel día estaba señalizada la zona de peligro y la cinta bien puesta, y dijo no recordarlo, cuando poco antes declaró que “la puse personalmente, si la memoria no me falla”.

Al exalcalde Juan Damián Gorrín se le piden tres años de cárcel por homicidio imprudente / FRAN PALLERO

Óscar Cabrera León, el novio de la joven Vanessa fallecida en Los Guíos, indicó que “nos fuimos a bucear y ella sintió frío y regresó a la playa. Cuando salí vi una enorme polvareda y un chico de los que estaba junto a nuestras toallas corriendo… Se me vino el mundo encima”.

Recordó que la playa estaba muy concurrida y que junto a ellos habría otras 10 personas bajo el talud, sin que “nada impidiera el paso; ni carteles, ni vallas, ni nada”, al igual que manifestó Daniel Robert, el hijo de la británica fallecida, primer testigo en declarar ayer: “No había cintas, ni carteles, ni policías y no recuerdo ver a ningún socorrista”, señaló quien solo ha regresado en nueve años a esa playa en una ocasión para ponerle unas flores a su madre.

Las principales contradicciones se produjeron en las declaraciones de los policías locales. El que fuera jefe, degradado por el exalcalde Juan Damián Gorrín, principal acusado, dijo que “tras el derrumbe del 2 de octubre se hizo un informe que entregué en mano al alcalde y al secretario, y recomendamos la inspección con urgencia porque había un riesgo”. Asimismo, añadió que “cada vez que colocábamos la cinta, se la llevaba el mar cuando subía la marea”. Otro policía local aseguró que tras el primer derrumbe acudía 3 ó 4 veces al día a la playa y que siempre estuvo balizada la zona del talud.

Declaraciones de Óscar Cabrera León, pareja de Vanesa, una de las fallecidas:

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