La lluvia tampoco pudo con John Rambo. En un día desapacible donde Santa Cruz se parecía bien poco a México, el rodaje de la quinta entrega de la saga protagonizada por Sylvester Stallone siguió su guión con algunas variaciones. Así, no hubo demasiada actividad por la mañana debido a las condiciones del tiempo que complicaron los rodajes en exteriores.
El equipo de Rambo V aprovechó para seguir trabajando en interiores y rodar alguna escena de carretera. Ocurrió así, por ejemplo, en Ifara, donde se trabajó en un chalé al que entraba un vehículo deportivo de alta gama.
El rodaje en exteriores se quedó para la tarde. Entonces hizo acto de presencia Sylvester Stallone por la deprimida zona de la barriada de la CEPSA. Allí, con el enterno caracterizado y transformado en la calle Cruz Santa, localizada en la Colonia La Deportiva, los más curiosos recibieron entre aplausos la llegada de Sly después de que la superestrella aprovechara la mañana y el mediodía para conocer algunas de las zonas emblemáticas de la capital y almorzar en un conocido restaurante de la calle de La Noria.
Pero Rambo también tiene derecho a hacer la digestión y después del proceso se presentó, habano en mano, en un plató exterior donde rodó durante unas horas una escena en la que, subido a una ranchera de la marca Ford, de la que se bajaba mientras miraba hacia los lados para tratar de advertir la presencia del enemigo en tanto se colocaba una chaqueta antes de entrar en un inmueble. A la zona, cercana a donde está instalado el campamento base donde descansan las roulottes del equipo, se trasladaron también varios vehículos que transportaban grupos electrógenos super silenciosos para poder realizar los trabajos nocturnos sin perturbar el sueño de los vecinos.
Parte del equipo de rodaje dedicó la mañana a buscar nuevas localizaciones, moviéndose por la zona norte y llegando hasta el Teide, un lugar que causó una grata impresión a los responsables de esta quinta entrega de la saga de John Rambo.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas