El rabo de gato no es la única especie vegetal invasora que tratan de meter en cintura en La Palma. En estas últimas fechas, se está desplegando una intensa labor para tratar de exterminar a un género de pitera que se introdujo hace relativamente poco tiempo, la llamada Furcraea foetida, a través de una encomienda de la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno canario a la empresa pública Gesplan.
“Se trata de una especie invasora nueva, con un potencial de distribución y ocupación territorial muy alto”, comentó Carlos Samarín, técnico de la Viceconsejería, que concretó que esta planta entró en la Isla hace una veintena de años “como ornamental”. De hecho, señaló que “casi todas las poblaciones están vinculadas a jardinería y tiene un nivel de avance espectacular”.
Este género, “comparado con la pitera que conocemos de toda la vida, el Agave americana , que se utilizaba para delimitar terrenos y propiedades, su nivel de avance es más lento”.
“Vamos a intentar erradicar esta especie porque aún es susceptible de hacerlo”, sostiene Samarín en una conversación telefónica con este periódico. Una batalla que esperan que sea decisiva con esta encomienda aunque se mostró partidario de que, si es necesario, rematar la labor con una siguiente campaña. Tratando así de evitar que ocurra lo que sucedió con el pennisetum o rabo de gato en 1998, que “lo tuvimos acantonado, con opciones de erradicarlo, y se dejó de intervenir y ahora es imposible erradicarlo”.
Esta planta invasora se encuentra principalmente en los municipios de Puntallana y Barlovento. La presencia de este género de pitera es mucho mayor del que se pensaba en La Palma. De hecho, cuando iniciaron los trabajos partían de la estimación de unos sesenta “puntos infectivos de esta especie invasiva y ahora estamos trabajando con 260 puntos”.
Carlos Samarín llama la atención también sobre el hecho de que alrededor del 80% de las familias de este género de piteras están localizadas en la parte este de la isla de La Palma.
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