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La conservación del Volcán Teneguía empeora por las visitas incontroladas

Imagen del volcán Teneguía. | DA

La conservación del Volcán Teneguía y su entorno preocupa en la isla de La Palma. Este espacio natural, lejos de mejorar su estado desde la aprobación de las normas que regulan la conservación de este Monumento Natural en el año 2008, “la situación en que se encuentra el Volcán de Teneguía y su entorno es de empeoramiento con respecto a su punto de partida”. Así lo pone de manifiesto el informe realizado por la Reserva de la Biosfera de La Palma sobre este espacio de un enorme valor natural, patrimonial y también turístico.

Esta situación de deterioro se produce “tras años de acceso poco controlado de visitantes que recorren fuera de los senderos terrenos volcánicos sensibles”. Y es que el Teneguía, el último volcán en tierra registrado en España, y todo su entorno, es uno de los principales atractivos de los turistas que se adentran en el paisaje del sur de La Palma.

En el caso del volcán, según el citado informe, “el problema con mayor afección tanto para el ecosistema como para la seguridad del visitante es que no existe una barrera que impida el ascenso a la cima del volcán”, ni tampoco una señal que indique el riesgo o la prohibición de la subida. “El sendero está sin delimitar y el material volcánico se encuentra en algunos tramos propenso a deslizamientos y algunos pasos son muy estrechos para acceder dos personas en un mismo momento”, advierte.

Además, detalla que en la cima del Teneguía se encuentra una montaña artificial de piedras, siguiendo la nefasta moda de realizar este tipo de amontonamientos, que genera, como destaca el informe, “un impacto visual negativo además de la afección sobre el ecosistema presente”.

Otras problemáticas que afectan a la totalidad del entorno son la apertura indiscriminada de caminos o senderos de uso público del Volcán de Teneguía y su área de influencia; la falta de aparcamientos habilitados; el acceso de visitantes con vehículo privado por zonas no autorizadas; la práctica de actividades recreacionales de impacto, como el uso de quads o bicicletas en espacios no autorizados; falta de señalética informativa, normativa y preventiva de los senderos; una inadecuada gestión de los residuos sólido.

El informe pone de manifiesto que existe una deficiente gestión de este espacio natural, hasta el punto de que la mayor parte de los objetivos establecidos en las normas de conservación no se han cumplido. Se da la circunstancia de que este volcán está en suelo privado, aunque en los planes tanto del Cabildo como del Ayuntamiento de Fuencaliente está la adquisición de este terreno para, entre otras cosas, poder ordenar su uso.

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