la palma

Ana María Montesinos: “Hay mujeres en la Isla que viven con mucho miedo”

Ana María, Mujer Destacada 2019 por Los Llanos de Aridane, lleva 28 años ejerciendo su profesión de abogada en La Palma
Ana María Montesinos, habla, sin tapujos, de la realidad social de la Isla Bonita, y de los dramas silenciosos del maltrato machista. | DA
Ana María Montesinos, habla, sin tapujos, de la realidad social de la Isla Bonita, y de los dramas silenciosos del maltrato machista. | DA

Ana María Montesinos Afonso es una mujer, por encima de todo, honesta y honrada. La distinción recibida de manos del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane como Mujer Destacada 2019, solo viene a dar visibilidad a ese trabajo permanente y silencioso de una abogada que lleva 28 años ejerciendo su profesión en La Palma con una clara vocación feminista, sin complejos y consciente, no ahora con los nuevos movimientos sociales y una potencia dinámica en la reafirmación del papel de la mujer en la sociedad palmera, sino desde sus inicios en el ejercicio de una profesión de la que no se puede sustraer emocionalmente, porque el concepto de la búsqueda de la justicia es su principio.

Ana María Montesinos reconoce que la honradez debe estar, en primera instancia, asociada a uno mismo para no traicionarse. Quizás por eso trabaja como jurista adscrita a la asistencia gratuita en área de Penal, específicamente vinculada a la asistencia a mujeres víctimas de violencia de género del Colegio de Abogados de Santa Cruz de La Palma, desde su constitución. “Cuando me comunicaron que recibía este reconocimiento me quedé perpleja, no por modestia cultural, sino porque no me creo merecedora de este tipo de distinciones, no actúo para eso. Desde hace mucho tiempo decidí trabajar en defensa de la mujer y no sé en qué momento mi mirada es violeta, el cristal de mis gafas es violeta, y todo lo veo desde esa perspectiva”. Asegura que esa percepción de la realidad social, en su trabajo y en su vida cotidiana en La Palma, fue consecuencia de dos momentos: “El primero fue ver a una compañera de colegio, que hizo EGB conmigo, con un ojo morado que podía haber perdido. Cuando lo recuerdo, aún me recorre un escalofrío. Yo estudié con ella. Ella volvió con su agresor. El otro momento que me impacto fue conocer a una mujer a la que su marido sentaba desnuda en el salón de su casa y le apagaba los cigarros en la piel. Tengo en mi mente su cuerpo y es como si esas quemaduras fueran mías, de todas”. “En La Palma y en materia de violencia de género – asegura Montesinos desde una óptica real – pasan cosas horribles; hay mujeres en la isla que viven con mucho miedo. Las cifras del Dispositivo de Emergencias para Mujeres Agredidas, el DEMA, ni de lejos arroja la realidad social que existe en La Palma. Yo derivo a muchas mujeres a la oficina de la mujer porque no quieren denunciar. Pero eso no borra el drama de violencia que están viviendo, por eso hay que trabajar con ellas y con sus hijos”.

Muchas mujeres en mi cabeza

Dentro del grupo de atención que existe en La Palma, confiesa que “intento siempre escuchar a la mujer y todas las noches me voy a dormir con muchas mujeres en mi cabeza. Hay que entender que tienen limitaciones, que hay un proceso. Las chicas de la Oficina de la Mujer me dicen que soy como una especie de sucursal. Porque a las mujeres que no están preparadas para denunciar, que están en ese proceso, les digo que busquen esa información de las profesionales de la oficina y obtengan asesoramiento psicológico, para que se trabaje con ellas y para que interioricen que necesitan ayuda. Hay que hacerles ver que ellas solas, probablemente, no van a poder salir de esa situación”.

Ana María Montesinos cree que “la justicia hace su trabajo” y relata que “me consta que las juezas y los jueces trabajan para que la violencia de género sea una cuestión mejor tratada y más valorada como un asunto a derribar de nuestra sociedad, pero a veces el poder judicial, la judicatura, no tiene más posibilidades”. Frente a esa recriminación social silenciosa, muchas veces inconsciente, que existe en torno a las mujeres que sufren maltrato y que no dan el paso para denunciara sus maltratadores, Montesinos aclara que “me duele que vuelvan, especialmente porque ellas lo pasan mal. Una mujer que está sufriendo violencia de género sufre. Pero muchas vuelven y tengo que respetarlo, porque no debo adivinar. Sé que sufren y que están en un proceso. Debo esperar y estar cuando ellas den el paso”.

TE PUEDE INTERESAR