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La ‘rareza’ política de mantener la palabra dada

Matilde Zambudio (Cs) se erigió en la protagonista de una jornada histórica al darle la Alcaldía de Santa Cruz al PSOE
Patricia Hernández. Fran Pallero
Patricia Hernández. Fran Pallero

Si la cara es el espejo del alma, ayer, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Santa Cruz, resultaba fácil identificar aquellas que ascendieron a los cielos frente a las que descendieron a los infiernos. Entre las primeras, la de la nueva alcaldesa, Patricia Hernández (PSOE). Llegó al Ayuntamiento vestida con un traje de cuero rojo, mostrando una sonrisa nerviosa mientras saludaba a cuantos encontraba en su camino. Entre los segundos, el que, hasta ayer, fue el alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez (CC), quien accedió al Ayuntamiento con un rictus más serio, acompañado de un equipo casi tan adusto como él.

Matilde Zambudio (Cs) se mostraba contenida, nerviosa, actitud que contrastaba con la aparente despreocupación de su número dos, Juan Ramón Lazcano. Ramón Trujillo (UP) fue posiblemente el único que no disimulaba en absoluto su alegría. Así lo dijo al término del Pleno que hizo alcaldesa a Hernández. “Estamos muy contentos. En política se está no solo para que las cosas se hagan mejor sino también para que se dejen de hacer mal. Echar a CC para nosotros era importante”. Trujillo fue uno de los que acabó conquistado por la sinceridad y claridad de Zambudio; ayer fueron muchos.

El portavoz de UP también tuvo palabras de admiración para Hernández, de la que le sorprendió su capacidad para hacer “un trabajo serio, con mucha constancia y vocación”. “Ha sido un factor clave para que esto haya salido bien”, añadió. La ya alcaldesa agradeció la discreción de Trujillo durante la negociación entre los tres partidos. Y es que el mutismo que unos y otros mantuvieron en torno a las conversaciones que dieron cuerpo al nuevo gobierno municipal, parece haber sido la clave para que la misión de hacer a alcaldesa a Hernández fuera un éxito.

CC lo intentó todo hasta el último momento, tanto, que se fió de lo que le aseguró el comité de pactos de Cs: “Matilde y Juan Ramón se votarán a sí mismos”. El que también se lo creyó fue Guillermo Díaz Guerra (PP) quien, durante su intervención, dejó muy patente su decepción.

Bermúdez, al igual que Díaz Guerra, atacó duramente a Cs por no darle un poder que consideraba propio al sacar 10 concejales, uno más que el PSOE. A lo que respondió Zambudio: “¿Cómo que merece gobernar porque tiene 10 concejales? El nuevo gobierno tiene 14”.

El exalcalde llegó a afirmar tras el Pleno que “en los últimos 15 días he vivido lo peor de la política de los últimos años. He visto a gente mentir, afirmar, desdecirse, todo tipo de rumorología”. Incluso, sugirió a Cs que revisara sus procesos selectivos por incorporar gente que al final “puede acabar traicionando a tu partido”. Mientras, la portavoz de Cs se emocionaba al tener que explicar que había hecho lo correcto: “Regeneración democrática” repetía una y otra vez. “Quizá sea yo la rara por cumplir mi palabra y la de mi partido”, lamentó Matilde Zambudio.

Cuando llegó el voto número 14 para Hernández la algarabía se oyó primero en la calle, donde medio centenar de seguidores del PSOE (los aplausos y vítores los delataban) se había congregado para seguir el Pleno. En el interior, abrazos, sonrisas, más aplausos, pero, también, mucha decepción y algún enfado. Todos los ediles se pusieron en pie para aplaudir a la nueva alcaldesa, todos menos los de CC. Patricia Hernández se despidió agradeciendo a los suyos el apoyo, especialmente a su hijo por regalarle la gallina de trapo que, según dijo, le ayudó a ser alcaldesa.

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