Aunque tomar el sol de forma moderada conlleva beneficios para la salud, ya que estimula la síntesis de vitamina D, reduce la tensión arterial y favorece la circulación sanguínea periférica, la exposición prolongada y sin tomar las medidas de fotoprotección adecuadas puede provocar un impacto muy negativo. Coincidiendo ayer con el Día Europeo de Prevención del Cáncer de Piel, la Sociedad Española de Oncología Médica informó que más de 6.200 personas serán diagnosticadas en 2019 de melanoma cutáneo en nuestro país, uno de los tumores de piel más agresivos.
Sin embargo, un 90% de los cánceres de piel no son melanomas y se producen por acumulación de daño solar, ya que suelen aparecer a partir de los 60 años en individuos que durante décadas se han expuesto de manera regular al sol. Los profesionales que pasan el 75% de su jornada bajo el sol, trabajadores de la construcción, pescadores, agricultores y deportistas, tienen un riesgo especialmente elevado de desarrollar cáncer no melanoma.
Ser hombre y de piel clara son otros factores de riesgo para desarrollar estos tipos de cáncer. Los más frecuentes son el de célula escamosa y el carcinoma de célula basal. Los últimos estudios señalan que entre 100 y 200 personas de cada 100.000 desarrollan anualmente el carcinoma de célula basal y 40 de cada 100.000, el de tipo de célula escamosa. Los síntomas suelen ser la aparición de protuberancias similares a verrugas, heridas abiertas que persisten durante semanas, manchas rojizas y escamosas que pueden sangrar y crecimientos con bordes elevados. Las personas con pieles oscuras no están exentas de padecer estos tumores, aunque su riesgo es menor. Se estima que 3 de cada 10 españoles desarrollará algún tipo de cáncer de piel durante su vida, convirtiéndose su carga asistencial un grave problema sanitario.
Es preciso desmitificar algunas creencias sobre cómo protegerse del sol, ya que fomentan las malas prácticas. Los protectores solares mantienen su efectividad durante 12 meses, a partir de entonces no protegen de una manera óptima. Una vez que se aplica, el tiempo de absorción está en torno a 30 minutos. Además no es ilimitado, por lo que es necesario aplicarlo cada cierto tiempo. La crema solar resistente al agua ofrece protección real pero es imprescindible aplicarse de nuevo después de secarse con la toalla ya que se elimina casi el 80%. La utilización de ropa y tejidos adecuados que cubran el cuerpo o el correcto uso de la sombrilla son algunas de las precauciones necesarias para prevenir daños de sobreexposición.
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