la palma

‘Arden’ las redes sociales para impedir que el cura Rubén sea apartado de su parroquia

El Obispado se niega a dar explicaciones sobre el traslado forzoso del párroco, al que han mostrado su apoyo varios alcaldes de la Isla
Imagen del joven párroco, que ha conseguido aumentar el número de fieles que acuden a misa. DA


El Obispado de la Diócesis Nivariense y su titular, el palmero Bernardo Álvarez, se niegan a dar ninguna explicación acerca de las razones de trasladar al sacerdote Rubén Gallego de las parroquias del norte de la Isla, pese a las cartas, peticiones y llamadas de vecinos y del propio alcalde de Barlovento, que siguen intentando evitar este destierro forzoso.

Frente a ese silencio por parte de Bernardo Álvarez, continúan las reacciones de cientos de palmeros que, en redes sociales, piden la permanencia del sacerdote en el norte de la isla y critican la “prepotencia” de la organización eclesiástica, que, al parecer, ha prohibido a varios sacerdotes de la diócesis practicar deporte o ir al gimnasio, además de afearles conductas de proximidad y sociabilización en los entornos rurales donde desarrollan su tarea pastoral, según se señala. Los alcaldes de Puntagorda y Tijarafe, Vicente Rodríguez y Marcos Lorenzo, se han sumado al de Barlovento, el popular Jacob Qadri, a la hora de defender las bondades del joven sacerdote Rubén Gallego, que se ha declarado abiertamente feminista, además de comprometerse con temas de índole social y sumarse a las fiestas más populares de La Palma, como Los Indianos, el Borrachito Fogatero y La Peluca, en los carnavales de la capital palmera.

Rubén Gallego, mientras tanto, guarda silencio para evitar que esta movilización que inició un numeroso grupo de vecinos del municipio de Barlovento pueda contrariar aún más a la institución eclesiástica. Según fuentes cercanas, no solo se mantiene el criterio del traslado de Rubén Gallego a León, sino que esta postura se ha podido ver reforzada tras los apoyos y las simpatías que despierta este joven párroco, amante de las carreras de coches, campechano y afable, que cada fin de semana, y tras cumplir las obligaciones de su sacerdocio, comparte encuentros y diversión con los vecinos de los barrios del norte palmero.

Los gestos de humanidad, la generosidad y el auxilio de Rubén Gallego a ancianos y personas en situación de exclusión social son recordados por algunos de los parroquianos en misivas que han hecho llegar al obispo Bernardo Álvarez.

Otros fieles han querido explicar de forma pública y notoria cómo Rubén, con su carácter alegre y su empatía con los demás, ha logrado llevar a la iglesia a gentes de todas las edades, consiguiendo que algunas de las parroquias que sufrían las consecuencias del despoblamiento del norte palmero volvieran a ser lugar de encuentro para la comunidad rural.

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