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Claves para evitar las intoxicaciones alimentarias y disfrutar plenamente del verano

El experto recuerda que los niños pequeños, los adultos mayores de 65 y las mujeres embarazadas son el colectivo más vulnerable

El doctor Fernando Baixauli, pediatra del Hospital Vithas Rey Don Jaime y Virgen del Consuelo de Valencia, aporta una serie de pautas para evitar las intoxicaciones alimentarias en verano, que son más comunes que en el resto del año, como una correcta higiene de manos o evitar la carne y pescado crudos.

“Durante el verano hay que extremar la las precauciones a la hora de comer, pues una de las consecuencias más peligrosas son las intoxicaciones alimentarias. La humedad y las altas temperaturas favorece la aparición de microorganismos en los alimentos y bebidas que pueden provocar desde molestias gastrointestinales leves hasta una colitis, salmonelosis y en casos extremos incluso daño renal”, advierte en un comunicado.

El experto recuerda que los niños pequeños, los adultos mayores de 65, las mujeres embarazadas y las personas con sistema inmunitario debilitado son el colectivo más vulnerable a padecer este tipo intoxicación.

“Por ello ahora que el calor aprieta, se debe estar aún más atentos a la calidad y estado de los alimentos. En el caso de los niños menores de 5 años, tienen el sistema inmunitario todavía en desarrollo, por lo que la capacidad de su cuerpo de luchar contra microbios y enfermedades no es tan fuerte como la de un adulto”, explica.

La mayoría de los casos de intoxicación alimentaria o los más comunes son provocados por ‘Salmonella’, ‘E. Coli’, ‘Estafilococo’ o ‘Shigella’. Para saber si un niño presenta o no intoxicación alimentaria, el doctor Bauxauli recalca algunos de los síntomas: “Normalmente, las primeras señales de intoxicación aparecen algunas horas después de haber ingerido los alimentos contaminados. El niño empieza a encontrarse débil, y comienza con diarrea, náuseas y vómitos. Además, también aparece de dolor de cabeza, fiebre, y dolor abdominal”.

Baixauli apunta que la pérdida de líquidos propia de las intoxicaciones alimentarias puede provocar deshidratación. “La sintomatología se puede apreciar si el niño tiene labios secos, ojos hundidos, sed intensa, mareos o debilidad, poca o nula producción de orina, y en casos de niños de corta edad, una pérdida abundante de líquidos por los vómitos o la diarrea, aunque no haya signos de deshidratación”.

Sobre medidas para evitar esta situación, asegura que la higiene de manos es “fundamental” para evitar una intoxicación alimentaria. “Esta medida es básica: antes de comer o coger alimentos con la mano o después de ir al baño, los niños se deben lavar las manos con jabón. Por otra parte, los adultos a la hora de preparar y cocinar los alimentos, debemos extremar la higiene y mantener limpias todas las superficies y los utensilios que usemos”, insiste.

Respecto a la bebida, señala que resulta “clave” beber solo agua potable o embotellada, así como leche pasteurizada. Además, agrega que en esta época del año hay que “evitar el pescado y la carne cruda, y cocinarlos completamente, además de conservar los alimentos en nevera y separar los crudos de los cocinados y, cuando a un niño se le ofrezca fruta o verdura, lavarla siempre con agua potable”.

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