La inevitable colmatación de la única celda de vertido con la que cuenta el Complejo Ambiental de La Palma, columna vertebral del sistema de tratamiento de las 34.000 toneladas de basura que genera la población de la Isla bonita cada año, obliga al grupo de Gobierno en el Cabildo palmero a establecer como una de sus prioridades la compra de los terrenos anexos a esta instalación para la creación de un nuevo depósito.
Aún cuando la compra de estos terrenos se produjera de forma ágil y su acondicionamiento para albergar la nueva celda de vertido no llevara aparejadas complicaciones técnicas, esa nueva instalación estaría al límite de su capacidad en torno al año 2023, eso sí, si no baja el ritmo actual de generación de residuos en la isla de La Palma.
Estos datos, facilitados por fuentes autorizadas de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo, vienen a poner sobre la mesa uno de los frentes abiertos en materia medio ambiental y económica para la sociedad palmera.
Según los expertos consultados, alcanzar el objetivo de reducir en torno a 12.000 toneladas anuales la generación de residuos tiene mucho que ver con un mayor nivel de conciencia que sí se ha dado entre la población palmera, especialmente en núcleos urbanos, a la hora de reciclar papel, cartón y vidrio, y, desde 2016 y de forma más incipiente, residuos orgánicos cuya separación en origen facilita y abarata sustancialmente los costes de tratamiento de las basuras.
El nivel de reducción debe aumentar si se quiere llegar al objetivo planteado en el Plan Insular de Residuos.
El redactor de este documento, Francisco Barras, dijo dos años atrás en el salón de pleno del Cabildo, que La Palma podía, antes del año 2030, llegar a la meta de reducir hasta el 37% el depósito de residuos orgánicos en la única celda de vertido del Complejo Ambiental de Mazo, pero el volumen de generación de basuras no hace posible en estos momentos ese nivel de optimismo.
La gestión de las basuras en la Isla, solo en lo que se refiere al Complejo Medioambiental de Los Morenos, supone un gasto anual de unos 1,6 millones de euros, el resultado del coste de 46,49 euros por cada tonelada de basura que llega a la instalación de tratamiento.
La meta de la sostenibilidad, en manos de los palmeros
Los nuevos responsables de las áreas de Cambio Climático y Medio Ambiente del Cabildo de La Palma, Nieves Rosa Arroyo y Borja Perdomo, respectivamente, hablan de la necesidad de un mayor nivel de concienciación entre la población para lograr una reducción en la generación de los residuos que llegan al Complejo Ambiental. El Manifiesto por una Isla Limpia y Sostenible, suscrito por todas las fuerzas políticas, agentes sociales y económicos, se planteó dos años atrás la reducción de hasta el 35% de los residuos anuales. Arroyo, en una reciente visita al Complejo Ambiental junto a Perdomo, subrayó que “continúan llegando al Complejo muchas fracciones mezcladas, lo que va en contra del medio ambiente y el cuidado y protección de la naturaleza”.
Nieves Rosa Arroyo reconoce en un comunicado que en la Isla se ha avanzado en la gestión de residuos, pero los datos obligan a pedir un notable aumento de la separación de la basura en origen, algo que depende de los propios ciudadanos palmeros y que sigue obligando a realizar un gasto público en nuevas campañas.
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