El CD Tenerife está inmerso en plena crisis de resultados. Los de López Garai encajaron en Vallecas la tercera derrota consecutiva. Los blanquiazules no aprovecharon que visitaban a un Rayo plagado de importantes bajas y divorciado de su afición, por lo menos su directiva. Incluso hicieron lo más complicado, que era ponerse por delante en el marcador gracias a un tanto de Milla. Sin embargo dos acciones a balón parado pésimamente defendidas, condenaron a un Tenerife que se acerca a los puesto peligrosos de la clasificación.
La alineación de López Garai deparó muchísimas sorpresas. Se quedaron en el banquillo Carlos Ruiz, Miérez y Malbasic, por lo que regresó Sipcic al eje de la defensa y Alberto, que volvió al trivote. El Tenerife jugó con un 4-2-3-1, en el que Isma López sustituyó a Mazán, convocado con Eslovaquia. Repitieron en el once inicial Naranjo y Nahuel.
El Rayo comenzó dominando el partido y el Tenerife con problemas para contener a los jugadores rayistas. Aitor Sanz y Naranjo se ganaron sendas tarjetas amarillas por pasarse de frenada y cometer faltas claras (minutos 12 y 15). Sin embargo los visitantes fueron los que se adelantaron en el marcador con una bonita jugada que nació en las botas de Nahuel y culminó Milla. El argentino condujo por la derecha y asistió al mediocentro para que disparase cruzado y al segundo palo de portero debutante del Rayo, Miguel Ángel Morro. Milla lloró de alegría y los casi 200 seguidores blanquiazules que hay en las gradas cantaron el tanto como si estuvieran en el Heliodoro.
Sin embargo no tardó demasiado el Rayo en reaccionar. Apenas seis minutos después, Catena equilibró el marcador de nuevo. Una falta lateral ejecutada por Embarba y muy mal defendida por el Tenerife, propició que el jugador rayista marcase de cabeza. El remate se coló por el segundo palo de un Ortolá que no pudo hacer nada para evitarlo.
El Tenerife se descompuso tras encajar el gol y el cuadro del barrio obrero de Madrid pudo aumentar su ventaja. Embarba hizo temblar el larguero de Ortolá en el minuto 37 con un libre directo. Se salvó el Tenerife de ir por detrás en el marcador. Tampoco acertó Bebé con un disparo duro en el minuto 40 que no cogió el camino de la portería y Tito (minuto 46) con un disparo desde la corona que sacó in extremis Ortolá a córner. Así acabó, por fortuna, la primera parte, ya que todo hacía presagiar que el Rayo marcaría más pronto que tarde.
La segunda parte comenzó con una falta peligrosa para el Rayo, pero que no tuvo consecuencias para la portería del Tenerife. Eso sí, Álex Muñoz se ganó una cartulina amarilla más.
El control del partido correspondía al equipo local y las ocasiones también. Óscar Trejo se acercó al segundo gol de la noche con un disparo que salió fuera del portal blanquiazul en el minuto 58. Inmediatamente después, López Garai realizó el primer cambio del partido. Hombre por hombre. Nueve por nueve. Salió un Naranjo inofensivo y entró el peleón Miérez. Minuto 59.
Pero tampoco mejoraron en ataque los blanquiazules con esta variación. De hecho todo empeoró cuando Ortolá falló estrepitosamente en la acción que derivó en el 2-1. El portero blanquiazul salió a por uvas en un saque de esquina de Adrián Embarba. Y por si fuera poco regalo el que hizo el cancerbero, además Esteban Saveljich encontró todas las facilidades del mundo en la zaga blanquiazul para rematar de cabeza, junto al palo izquierdo. Así convirtió el segundo gol de la noche que los blanquiazules marcaban a balón parado.
López Garai intentó reaccionar al segundo gol vallecano y metió en el campo a Suso y Malbasic en un doble cambio. Esta variación a la desesperada no hizo mejorar a los blanquiazules, a los que le faltó atrevimiento para, por lo menos, intentar empatar el choque. El Rayo controló a placer los más de 20 minutos que faltaban para finalizar un choque que les permite dormir esta noche en puestos de play-off.
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