entrevista a mercedes madrid navarro

“La democracia no es llegar a consenso; es gestionar el disenso”

La doctora en Filología Clásica y catedrática de Griego participó esta semana en el Ciclo de Clásicas Tertulias
Mercedes Madrid es doctora en Filología Clásica y doctora en Griego. DT

El Palacio Salazar de la capital palmera fue escenario esta semana de la primera cita del Ciclo de Clásicas Tertulias organizado por la Sociedad Española de Estudios Clásicos. Un imprescindible encuentro con la doctora en Filología Clásica y catedrática de Griego Mercedes Madrid Navarro (Albacete, 1946), en el que reflexionó sobre el sentido de la democracia desde sus orígenes, haciendo un contraste con cómo se entiende en la época actual. Sin duda, muy necesario indagar un poco más y formularle preguntas sobre hechos de actualidad como el procès catalán y las heridas de la Guerra Civil Española, que aún no se han cerrado y que presentan un debate candente con gestos como la exhumación de los restos del dictador Franco.

¿Por qué ese empeño en continuar hablando sobre la democracia en Grecia?
“Porque el lenguaje político lo inventaron ellos. Puede haber algo en la democracia griega que nos ayude a pensar sobre nuestros problemas. Los griegos reflexionaron sobre su forma política, y construyeron un universal susceptible de aprendizaje para las generaciones posteriores, de manera que, sobre todo a partir del Renacimiento, Grecia y Roma se convirtieron en el referente; en el espejo donde, para bien o para mal, los países se comparaban”.

Uno de los términos que ha dado a conocer es “amnistía”, ¿qué significa exactamente según la perspectiva clásica?
“La primera amnistía la inventaron los griegos. Después de la terrible derrota que sufrieron frente a los espartanos, se impuso, con apoyo de los oligarcas, un régimen brutal que se conoció como ‘los 30 tiranos’. Duró nueve meses, pero confiscaron, asesinaron y los demócratas salieron en masa exiliados. Luego hubo una guerra civil en la que ganaron los demócratas. Cuando entraron, estaban acostumbrados a los finales terroríficos, pero juzgaron a los que tenían las manos manchadas de sangre, y a los demás, lo que les propusieron fue un juramento de no recordar su apoyo a los 30 tiranos; las desgracias pasadas. Eso es lo que significa amnistía”.

¿Y cómo se extrapola a nuestros tiempos?
“Hay un comentario de Aristóteles que dice que la decisión que tomaron fue la más noble y política, es decir, como si la política consistiera en ser generoso cuando se rompe la unidad de la ciudad. Ante la guerra, los vencidos se comprometían a no recordar la ofensa de haber sido derrotados, y los vencedores, a no tomar represalias. Claro, uno piensa en nuestra guerra civil y hasta finales de los años 50 se estuvo aplicando el auxilio a la rebelión, como si los que se sublevaron hubiesen sido los de la República. Los griegos lo llamaron amnistía, no amnesia”.

¿A qué se refiere? ¿Tiene que ver con la memoria histórica?
“Claro, lo que hay que hacer es que unos y otros tengan saldadas las cuentas. Lo que no se puede es que en los 80 con la Transición a los de un bando se les subiera en un altar y los otros todavía yazcan en las cunetas. Los griegos distinguen dos memorias: la memoria cólera, que es la rencorosa que no perdona, que fue la de Franco desgraciadamente; y luego está la memoria de amnistía, que es olvidar los daños de la división, que sigamos juntos, que somos de la misma comunidad”.

Para eso sería necesario crear una identidad colectiva, ¿no?
“España es una pluralidad, hasta el punto de que en las fallas se escucha el himno de Valencia y todo el mundo jalea; a continuación el de España y hay pitadas generalizadas. Hay gente que no se identifica con la bandera de España, porque no tenemos un mito. Los Estados Unidos tienen un mito fundacional, una voluntad de vivir en común, y por eso se tocan el corazón cantando el himno. Aquí cuanto más se vaya enquistando esto [las fracturas territoriales], más se va a consolidar la identidad de una parte. Tenemos que aceptar que somos plurales, si no somos capaces de construir ese relato, periódicamente irán apareciendo episodios como el de Cataluña”.

¿Qué hay del procès?
“La democracia no es llegar a consenso; es gestionar el disenso, porque si no la gestionas, el siguiente paso es la sedición, y el siguiente la rebelión”.

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