Morir en vida. Eso es lo que ha sentido el tinerfeño Ángel González Acosta (San Cristóbal de La Laguna, 1933) al ser dado por muerto oficialmente el 3 de noviembre de 2010 por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº2 de Los Llanos de Aridane, tras reiterados intentos de ser contactado por el órgano judicial desde el año 2007 a petición de una de sus hijas, residente en La Palma, que solicitó el inicio del expediente de fallecimiento de su padre, quien según su versión, había perdido la vida en Venezuela.
En esa tierra que acogió a infinidad de canarios durante décadas, se encuentra actualmente Ángel junto a otra de sus hijas, Angélica, que por medio de las redes sociales ha difundido un vídeo instando a las administraciones competentes a regularizar su situación, puesto que no puede acceder a algunos de los derechos que dice corresponderle, como el cobro de su pensión por los años cotizados en España.
Según ha podido saber esta redacción, la primera esposa de Ángel es una conocida versadora palmera, con quien tuvo a su primera hija; la misma que le dio por muerto desde Canarias y que incitó la apertura de una investigación para conocer el paradero de su progenitor. Por ello, se publicaron edictos en el BOE, anuncios en Radio Nacional de España y publicaciones en DIARIO DE AVISOS (dos en un espacio de 15 días), en los que se pedía información sobre el paradero de Ángel, presuntamente desaparecido.
También se practicaron pruebas testificales y se libró oficio al censo de Venezuela intentando localizarlo, con resultados negativos. A la vista de lo ocurrido, en 2008 se dio traslado del expediente al Ministerio Fiscal, que de acuerdo con la normativa en vigor (artículo 193 del Código Civil y 2042 de la Ley de Enjuiciamiento Civil) informó a favor de la declaración de fallecimiento.
El procedimiento finalizó el 3 de noviembre de 2010, cuando el juzgado palmero declaró fallecido a Ángel González Acosta, con fecha de muerte el 1 de enero de 2008. Así finalizó el procedimiento 370/2007, que se declaró archivado en firme el 10 de febrero de 2011.
El 27 de julio de 2018, a instancias de una representante legal de Ángel González Acosta, se abrió un nuevo expediente para revertir el proceso de declaración del fallecimiento, entendiéndola errónea. Y Ángeles, ante la falta de respuesta por parte de la administración pública española, se vio obligada a pedir ayuda en las redes, como un último intento de que se reconozca que su padre, al mismo que ve cada día, está vivo.
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