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María Isabel espera más de dos años por una operación urgente de hernia de hiato

Tras la denuncia al DIARIO, Sanidad le realizó una ecografía, sin embargo todavía no sabe cuándo le darán fecha para la intervención
María Isabel Socas, que espera durante más de seis meses por una prueba para operarse, atiende a DIARIO DE AVISOS en su piso de La Laguna. Sergio Méndez
María Isabel Socas, que espera durante más de seis meses por una prueba para operarse, atiende a DIARIO DE AVISOS en su piso de La Laguna. Sergio Méndez

El pasado 30 de julio DIARIO DE AVISOS denunció la angustiosa situación que sufría María Isabel Socas Gorrín, una lagunera que lleva más de dos años recluida en su piso, un primero sin ascensor, del que no puede salir por sus propios medios, ya que necesita ayuda. Una hernia de hiato supergigante la tiene postrada desde hace más de dos años a la espera de una operación considerada como urgente por los especialistas del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de Canarias.

Isabel era una mujer activa, con muchas inquietudes y trabajadora, sin embargo, en los últimos años su vida se ha convertido en un calvario al estar afectada por diversas enfermedades, lo que le ha llevado a tener una dependencia superior al 72% y que la mantiene enclaustrada en su domicilio, donde permanece acostada en la cama o en el sillón, solo contando con la ayuda de dos amigas, Gloria y Zaida, que acuden algunas horas al día para hacerle la comida, que debe ser líquida, llevarla al baño, ducharla, hacerle la compra, algún recado y recogerle la casa.

Socas, de 57 años, narraba al DIARIO que hacía más de seis meses que esperaba para que el Servicio Canario de la Salud le diera una fecha para poder realizarse urgentemente una prueba denominada ecocardiografía Doppler. Esta prueba era imprescindible para realizarle la operación de hernia de hiato supergigante. “Hace dos años me diagnosticaron disnea por una hernia de hiato gigante que me comprime los pulmones, y además de la asfixia tengo tengo arritmias y taquicardias”. Reconocía que había presentado varias reclamaciones al Servicio Canario de la Salud. “Ellos saben de mi gravedad y que tengo una hernia de hiato supergigante”.

Su denuncia hizo que el Servicio Canario de la Salud le diera fecha dias después para realizarle esa ecocardiografía necesaria, sin embargo, dos meses más tarde, Isabel sigue esperando por una “operación urgente” mientras su salud y su vida corren peligro.

En la noche del domingo al lunes volvió a caerse al suelo y permaneció allí hasta que por la mañana la encontró su amiga Gloria. María Isabel no puede levantarse por una artrosis de las rodillas (le tienen que poner una prótesis) y, como mucho, solo puede arrastrarse unos pocos metros, ya que se asfixia debido a que la hernia de hiato le presiona el pulmón y le impide respirar con normalidad. Tampoco es capaz de caminar [la tienen que agarrar por cada brazo para mantenerla erguida] y tampoco puede sentarse mucho tiempo. Solo recibe una pensión no contributiva de menos de 400 euros que no le llega para poder cubrir sus necesidades ni comprar medicinas.

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