El dolor por el asesinato de Sara empaña un día de lucha

Sara, una joven de 26 años, fue asesinada ayer presuntamente a manos de su pareja, de 29 años, en la localidad de San Isidro, en el municipio de Granadilla de Abona, convirtiéndose así en una nueva víctima oficial de violencia de género.

De esta manera, el número de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas durante 2019 en Canarias asciende a ocho, además de un menor, aunque los feminicidios superan los 12 casos. A nivel nacional, 52 mujeres han muerto (y tres niños) por esta circunstancia durante el presente año, a las que hay que sumar otras tres que aún se encuentran en investigación y 43 menores que han quedado huérfanos. Desde 2003, fecha en la que se iniciaron las estadística, ya son 1.028 las mujeres que han perdido la vida. Por regiones, Andalucía es, con 12 asesinatos, la que suma un mayor número de víctimas, seguida de Canarias y Cataluña con ocho, la Comunidad Valenciana con siete y Madrid con seis fallecidas.

El dolor por el asesinato de Sara, empañó las manifestaciones y los actos institucionales programados ayer en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una jornada de lucha, de reivindicación en la calle que tuvo en Santa Cruz de Tenerife su acto más multitudinario convocado por el Foro contra la violencia de género de Tenerife.

Unas 3.000 mujeres y hombres se manifestaron contra las violencias machistas, incidiendo acabar con este tipo de atentados y en la construcción de una sociedad igualitaria. Encabezaba la manifestación una pancarta con el lema No más violencia contra las mujeres, y decenas de personas que portaban más de 50 cartulinas blancas con las siluetas en negro de las mujeres víctimas de violencia machista en nuestro país. Además de múltiples pancartas que mostraban diferentes mensajes: “Somos el grito de las que no tienen voz”; “Si es amor no duele”; “Juntas, diversas, vivas”; “Nos queremos vivas”; “El miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del hombre a una mujer empoderada”; “Somos la generación de valientes, que no callan ante el miedo”; Nos queremos vivas, libres y combativas”; “No son arrebatos, son asesinatos”; “Soy feminista porque salva vidas, mientras el machismo las quita”; “Seríamos más si no nos hubiesen matado”; entre otras, así como algunas recordando a Sara, la última víctima de esta sinrazón.

Impotencia, indignación y rabia fueron las emociones que se sintieron entre los asistentes, tras este nuevo asesinado que gritaron consignas como: “Ni una menos, viva la queremos”; “No están todas, faltan las asesinadas”; “No más violencia contra las mujeres”; “Que no, que no tenemos miedo”; “Más feminismo contra el fascismo”; “El machismo eso sí que es terrorismo”; “De Norte a Sur, de Este a Oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste”; “Viva la lucha de las mujeres”; “Mi cuerpo es mío y yo decido”; “Mi cuerpo no se toca, con ropa o sin ropa”; “La calle, la noche, la fiesta, también son nuestras”; “Los asesinatos de las mujeres trans, también son violencia patriarcal”; “Patriarcado y capital, alianza criminal, No es no, yo decido mi destino”; o “¡Ni un paso atrás!”, con el que finalizó la lectura de un manifiesto en el que se proclamó las múltiples vulneraciones de los derechos de las mujeres, las opresiones y violencias a las que se ven sometidas en todos los estamentos sociales, y a los que afirmaron que “no vamos a callarnos, ni vamos a rendirnos”.