La denuncia pública del Jefe del Servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General de La Palma, en funcionamiento desde hace 21 años y ahora sujeta a nuevos “criterios organizativos”, ha abierto una disputa entre la gerencia del centro hospitalario y esa unidad, desde donde el especialista que dirige uno de las áreas de hospitalización más importantes del centro, critica el cese de la jefa de enfermería y el daño a la organización del equipo por lo que entiende como “intereses políticos y personales”, y en detrimento de la calidad del servicio.
Lo que el jefe de servicio de la UCI señala como una medida que obligará a los pacientes que precisen marcapasos u otros procedimientos especiales a ser derivados a Tenerife, tras un acto que resume señalando que “la UCI ha sido torpedeada”, es para la gerencia del Hospital y su máxima responsable, Mercedes Coello, una decisión que responde a criterios de tripo organizativos y en ningún caso políticos o de índole personal”. Añade en un comunicado Coello, respaldada por el director del Área de Salud de La Palma, Kilian Sánchez, que “ninguna modificación supondrá un detrimento de la actividad asistencial y de gestión de los procesoso del Servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos”. Pese a todo, el argumentario del jefe de Servicio de la UCI durante 21 años, Luis Ramos, recoge con detalle cómo esta decisión afectará a tratamientos que no se prestan en ninguna otra UCI de la comunidad canaria y que son resultado de un trabajo en equipo que ahora queda roto: cardioversiones eléctricas para el tratamiento de arritmias y se realizan consultas de seguimiento de los marcapasos que han sido implantados previamente.
El director del Área de Salud de La Palma explicó en declaraciones a DIARIO DE AVISOS que “nuestro director de enfermería ha considerado oportuno de forma motivada y justificada un cambio en la coordinación de la enfermería y se ha desarrollado”. Tras unos meses “se realizará un análisis para ver los resultados”, concretó Sánchez.