Tal como estaba previsto, la comunidad nativa hawaiana, que ha mostrado especial oposición a que se construya el Telescopio de Treinta Metros (TMT por sus siglas en inglés) en el monte de Mauna Kea -territorio que consideran sagrado-, ha abierto esta madrugada (hora española) los accesos por carretera al enclave.
Los manifestantes, que durante los últimos meses han bloqueado las entradas al parque científico emplazado en lo más alto de la montaña, habían sido advertidos por el gobernador del estado de Hawái, David Ige, quien afirmaba que, de no abrir la vía “para todo el mundo” el 26 de diciembre, se expondrían a un “arresto inmediato”.
Ahora, los detractores de la infraestructura han anunciado que el alcalde de la localidad en la que está ubicada Mauna Kea, les ha transmitido que “se establece una demora de dos meses en la construcción del TMT”. En respuesta, aseguran que “vamos a abrir la carretera al público, pero mantendremos una fuerte presencia”.
De hecho, los opositores indican que, en caso de ver algún movimiento por parte del consorcio internacional que promueve el instrumento óptico, “estaremos en capacidad de volver a la carretera inmediatamente”.
LA PALMA, EL PLAN B
Recordemos que, según las últimas declaraciones de Gordon Squires, vicepresidente de Relaciones Exteriores del telescopio, La Palma continúa siendo el Plan B, por detrás de Hawái. Aún así, el Ayuntamiento de Puntagorda mantiene la esperanza de que la “segunda opción pueda convertirse en la primera”.
Esta misma semana, el Consistorio norteño confirmaba que ha recibido el pago de las tasas correspondientes a la licencia administrativa que otorgó, en noviembre, al grupo promotor del TMT para sus posible construcción en el Roque de los Muchachos.
Es más, sin querer revelar el importe de las mismas, el alcalde del municipio, Vicente Rodríguez, afirmaba en los micrófonos de Cadena Ser que para la institución local se trataba del ingreso “más importante de su historia”.
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