Hace justamente un año, el CD Tenerife anunciaba oficialmente la contratación de Víctor Moreno como director deportivo de la entidad hasta el 30 de junio de 2021. Sobre el conquense recayó en ese momento la responsabilidad de hacer olvidar la etapa de Alfonso Serrano y crear un proyecto a medio-largo plazo que devolviese al equipo a Primera División. 365 días después, Moreno vive su situación laboral más complicada desde que aterrizó en la Isla.
El proyecto deportivo que él ideó para esta temporada no ha dado los resultados deseados, por lo que su crédito quedó bajo mínimos cuando el presidente de la institución, Miguel Concepción, decidió destituir al entrenador que eligió Moreno para implantar un modelo de juego diferente a lo que es habitual en Segunda División.
En la rueda de prensa de su presentación, acontecida el 17 de diciembre, apuntó a metas altas e ilusionantes. Dibujó un Tenerife en Primera División y aseguró que no era imposible soñar con alcanzar esa meta a medio plazo.
Su primera acción, una vez asumido el mando, fue la de respaldar al entrenador que estaba en el banquillo: José Luis Oltra. El valenciano había llegado como relevo de Etxeberría y se encontró que el que lo fichó, Alfonso Serrano, se desvinculaba de la entidad el 19 de noviembre.
Con el entrenador respaldado, Moreno se puso a rebuscar en el mercado de fichajes para apuntalar a una plantilla deficitaria. Su primer fichaje fue el del central argentino Mauro dos Santos, de quien dijo que era “un privilegio contar con él”. Medio año más tarde, esa privilegio ya no era tal y el zaguero fue defenestrado este verano. El fútbol lo ha devuelto a los terrenos de juego. En la pasada ventana de fichajes invernales llegarían, además, otras cuatro incorporaciones: Fernando Coniglio, Uros Racic, Borja Lasso e Isma López. Solo los dos últimos se mantienen en el plantel y el ultimo apenas cuenta, por lo que es probable que salga en el próximo mercado de fichajes.
José Luis Oltra no acabaría la temporada. También fue destituido (13 de mayo), pero cuando apenas quedaban cuatro partidos para el final de la campaña. El Tenerife corría riesgo de descenso y llegó Luis César Sampedro para evitarlo. El entrenador gallego, amigo de Moreno y hoy técnico del Deportivo de La Coruña, se hizo cargo del equipo solo un mes y con una victoria y un empate permitió que la entidad permaneciese una campaña más en la categoría de plata.
Llegó el verano y le tocó coger el bisturí para operar al enfermo. Descartó a jugadores como Tyronne, Camille, Rául Cámara, Montañés, Héctor Hernández y Coniglio y realizó diez contrataciones: Álex Bermejo, Ortolá, Shaq Moore, Mazan, Álex Muñoz, Sipcic, Nahuel, Shashoua, Dani Gómez y Ramón Miérez.
Pero faltaba la pieza principal: el entrenador. Su primera apuesta no fue la de López Garai. Moreno quería a David Gallego, entrenador del Espanyol B, pero la entidad perica le encargó el banquillo del primer equipo. Por lo que tuvo que conformarse con el técnico vasco.
Con López Garai el juego gustó, pero los resultados fueron pésimos, por lo que Miguel Concepción decretó su adiós precipitado, dejando sin crédito a Moreno, quien se negó a esta salida.
Con Rubén Baraja en el banquillo, Moreno se juega su última bala en este mercado invernal. De sus decisiones y actuaciones dependerá que tenga continuidad más allá de enero.
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