Los favoritismos y el dedazo en la danza de los Enanos han llegado a su fin. Este argumento, que defienden por igual el concejal delegado de la Bajada 2020, el nacionalista Toni Acosta; el edil socialista responsable del número más señero de las lustrales, Elías Castro; y las cuatro personas que desde noviembre reclamaron ante el Ayuntamiento por el supuesto incumplimiento de las bases del proceso de selección de los elegidos para la mágica transformación, que ha sido objeto de una dura controversia, política y social, que muchos temen que desprestigie y denigre el número más emblemático de las lustrales palmeras.
Los supuestos favoritismos y las tensiones que esta controversia ha traído al año lustral, son para algunos veteranos de los Enanos, una polémica estéril en una selección en la que han entrado 18 nuevos enanos, entre ellos, dos mujeres por primera vez en la historia de esta fiesta, además de otros candidatos provenientes de municipios como Garafía y San Andrés y Sauces, algo que no siempre ha formado parte de dicha selección, cuyos antecedentes hasta ediciones recientes pasaban por favorecer solo a residentes en la capital, muchos de ellos “bajo palio”, bien por pertenecer a una familia determinada, bien por favores personales y como mecanismo de demostración de cierto prestigio social. “Nunca ha habido tanta transparencia y tanto rigor como en la selección de esta edición”. Ese mantra lo repiten, por igual, varios miembros del jurado, del Consejo Rector, exdanzarines y veteranos bregados en muchas ediciones de las lustrales.
Frente a estos argumentos, se sitúan otros bien distintos, los de los cuatro aspirantes eliminados, uno de ellos después de ser elegido para ser sustituido por un candidato inicialmente descartado, además de uno de los miembros del Consejo Rector de la Bajada de la Virgen, el concejal de Ciudadanos Juan Arturo San Gil, muy crítico por la falta de transparencia, por el nombramiento de los miembros del jurado y por las formas y posiciones de Elías Castro, delegado del número. San Gil, quien es también concejal encargado de las dos grandes romerías de la Bajada de la Virgen, señala el incumplimiento de la Ley de Protección de Datos por la publicación de los nombres de los seleccionados y otros datos personales, el supuesto incumplimiento de las bases de la convocatoria o la negativa a que fueran miembros del jurado varios veteranos.
Algunos de los firmantes de las cuatro reclamaciones con los que ha hablado esta redacción, recuerdan que la queja fue originalmente presentada en el mes de noviembre pasado, “no para que se celebraran de nuevo las pruebas, sino para que el proceso de selección, en el futuro, fuera más transparente y no sea solo una manera de quedar bien de cara a la galería”. Ahora las cosas han cambiado. La polémica ha ganado tanto en intensidad, el malestar y la indignación han crecido tanto, que la petición actual pasa por “la impugnación de la prueba de selección”, a lo que se ha sumado incluso la consulta jurídica, para llegar a los tribunales si el Ayuntamiento de la capital palmera, que preside Juan José Cabrera Guelmes y cuyo segundo de a bordo es el teniente de alcalde nacionalista Toni Acosta, no llegan a dar una respuesta argumentada, razonada y basada en el cumplimiento estricto de los términos recogidos en las bases. En una sesión extraordinaria celebrada en marzo de 2019, el Consejo Rector de la Bajada aprobó las bases reguladoras del concurso de selección para la convocatoria de la Danza de los Enanos.
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