la palma

Itahisa Pérez: “Que te propongan es lo más bonito y enriquecedor”

La profesora, que ha sido galardonada como tercera mejor docente universitaria de España, asegura que es difícil conciliar todas las tareas que le encomiendan
La joven profesora se siente “medio palmera, medio chicharrera”, pues nació en La Palma y se crió en Tenerife. DA

Se define a sí misma como “medio palmera, medio chicharrera”, ya que nació en el municipio de San Andrés y Sauces, pero se ha criado en la localidad tinerfeña de Candelaria. “Mis padrinos, muchas de mis amistades y mi ahijada están en La Palma”, asegura, por lo que siente un vínculo especial con la Isla Bonita.

Los avatares de la vida la llevaron, tras finalizar la licenciatura en Pedagogía en Tenerife, a Sevilla, donde cursó un máster en Educación Social y Animación Sociocultural para, más tarde, en 2006, hacer sus primeros pinitos como profesora en la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, donde continúa. Reconoce que la docencia es una opción que “nunca me había planteado”, pero gracias a la cual acaba de ser galardonada como la tercera mejor profesora universitaria de España.

Así, Itahisa Pérez-Pérez fue escogida de entre 307 candidaturas y 59 seleccionados para estar entre los diez finalistas de los Premios Educa Abanca, un hecho que categoriza de “doble reconocimiento”, puesto que, en primera instancia, es el propio alumnado el que, de forma anónima, postula al educador. Con posterioridad, un jurado formado por representantes de las distintas etapas académicas valora a los aspirantes.

Al ser preguntada por su relación con el alumnado, afirma desconocer quiénes han sido los que le han propuesto, así como los comentarios que pudieron hacer sobre ella, a excepción de unos tres o cuatro que sí se han identificado. De igual modo, dice sentirse agradecida “hacia todos, independientemente de que algunos lo hayan hecho y otros no; que te propongan es lo más bonito y enriquecedor”.

Sobre su experiencia como educando, indica que se ha quedado “con profesores que a mí me impactaron y que, una vez empecé a dar clase, los he tenido de referencia porque creo que tenían un matiz diferente en el aula”. En concreto, resalta la figura de “una de mis profesoras de la escuela unitaria en Malpaís de Candelaria y dos profesores en el colegio Príncipe Felipe”. Por otra parte, en lo referente al instituto y la propia universidad, asevera que “pienso simplemente en aprender lo que no tengo que repetir”.

A pesar de estar en lo más alto del ranking educativo nacional, no deja de reconocer las dificultades que supone conciliar todas las tareas que se le atribuyen. “Es una profesión que nos requiere muchísimo esfuerzo. Estamos sometidos a mucha presión por todos los requisitos que se nos exigen; tienes que ser docente, pero también investigador y hay que ocupar cargos de responsabilidad y eso pasa factura, lógicamente”, añade.

Itahisa Pérez, que encontró estabilidad laboral el pasado año en Sevilla, valora la posibilidad que se le abre de cambiar la tendencia predominante. Y lo dice, precisamente, porque “a veces el docente no tiene esa ilusión o motivación por dar clases porque el nivel de exigencia le deja agotado; aunque quiera, llega un punto en el que no puede más y lo que hace es replicar lo que lleva haciendo 10 o 15 años”.

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