
Marruecos no solo no se echa atrás en sus reconocidas intenciones de disputar a España las riquezas que se esconden bajo las aguas de Canarias, sino que, además, ha programado la aprobación de dos leyes internas a tal fin, en la víspera de la visita oficial que realizará a Rabat la nueva ministra de Exteriores del Gobierno de España, Arancha González.
Tal y como informó Efe ayer, finalmente será mañana cuando el Parlamento marroquí votará en pleno las dos leyes relacionadas con la creación de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y la delimitación de su frontera marítima con España y Mauritania.
Las dos leyes, 37.17 y 38.17, relacionadas respectivamente con la delimitación de las aguas territoriales del país magrebí y la creación de una ZEE han sido programados junto a otras cuatro leyes para la sesión plenaria de la Cámara de Representantes (baja) del Parlamento, según hizo saber la instancia legislativa en un comunicado recogido por la agencia estatal de noticias española.
La próxima aprobación de las dos leyes se produce a pocos días de la prevista visita de la nueva ministra española de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, el viernes 24 de enero a Marruecos, primer país árabe en el que se estrena como jefa de la diplomacia de España.
Ambas leyes fueron aprobadas por unanimidad, el pasado 16 de diciembre, en una comisión parlamentaria, suscitando entonces la preocupación en España y concretamente en Canarias, puesto que la nueva delimitación se solapará con las aguas de las islas españolas.
El pasado 17 de diciembre, el Gobierno español recordó a Marruecos que la delimitación de la frontera marítima con países colindantes se rige por “mutuo acuerdo”.
La programación de ambas normativas en el plenario de mañana obedece, según fuentes parlamentarias en declaraciones a Efe, a la agenda interna de la Cámara de Representantes y del Ministerio de Exteriores, insistiendo que su aprobación no ha sido aplazada ni retirada, como hicieron anteriormente alusión algunos medios.
“Si surgen puntos de desacuerdo, Marruecos y España mantienen excelentes relaciones bilaterales y las pueden resolver en el marco del diálogo”, apuntaron las fuentes.
Aprobadas por el consejo de Gobierno marroquí en 2017, las dos leyes suponen una actualización y armonización de las normativas internas de Marruecos con la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, que el país magrebí aprobó en 2007.
También estos textos suponen incorporar de forma jurídica el mar adyacente al Sahara Occidental a las aguas territoriales marroquíes, lo que agrava aún más el conflicto, por cuanto, desde la perspectiva del Derecho Internacional vigente, Marruecos no tiene derecho a explotar (ni, desde luego, a tomar como propias), las aguas que corresponden a la antigua colonia española, tal y como recuerdan insistentemente los portavoces de la República Árabe Saharaui.
En el trasfondo de este conflicto subyacen tanto las reservas de petróleo y gas existentes entre el vecino continental y Canarias, como también los yacimientos de minerales raros hallados en los montes submarinos situados al sur de las Islas. El más conocido de ellos es el del cobalto, ya que una expedición inglesa encontró hace unos años en Tropic la mayor reserva mundial de dicho material, particularmente apreciado en el desarrollo de tecnologías como la telefonía móvil o las energías renovables.