El primer partido de 2020 se recordará como el de la amenaza que han hecho las peñas blanquiazules de dejar abandonado a su equipo en un momento crítico. Los grupos de animación, hartos del equipo, de la directiva y de todo en general, han convocado para esta tarde una protesta consistente en no acudir al Heliodoro y, por consiguiente, no animar a los jugadores de Rubén Baraja, que están en puestos de descenso. Con este clima tan enrarecido, el Albacete llega a la Isla con la intención de pescar en aguas revueltas.
Y por si fuera poco, el Tenerife se presenta en el partido con un montón de ausencias muy significativas. Obviamente es conocida la de Lasso, pero a esta se ha sumado otra importante: la de Ortolá. El portero titular durante todo lo que va de campeonato sufrió un accidente doméstico y se lesionó la mano, por lo que le deja el camino expedito a Dani Hernández para que debute en la competición liguera. Ya disputó sus primeros minutos en el Rosendo Hernández de La Palma con motivo de la Copa del Rey, pero ahora le llega la ocasión de volver al marco blanquiazul siete meses después.
Las otras ausencias son las de Nahuel Leiva, Samuel Shashoua, Ramón Miérez y Álex Bermejo. Este último también es otra de las bajas significativas que padece un Rubén Baraja que tendrá que tirar con lo que tiene.
Teniendo en cuenta estos datos, el once inicial de hoy casi sale de carrerilla y hay pocas dudas. Los únicos cuatro jugadores de ataque disponibles son Filip Malbasic, Dani Gómez, José Naranjo y Suso Santana. Jugarán estos cuatro, mientras que en defensa y en el medio tampoco hay demasiados incógnitas que resolver, aunque hay más alternativas.
El Albacete, por su parte, llega al encuentro arrastrando una racha de cuatro jornadas sin vencer. Los hombres del exblanquiazul Luis Miguel Ramis se encuentran a cinco puntos de la zona privilegiada y no podrán jugar esta tarde con el centrocampista Silvestre, sancionado, ni con los lesionados Acuña y Gorosito.
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