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El viento y la calima arrasan el campo

Los agricultores pedirán que algunos lugares del norte y sur de la Isla se declaren zonas catastróficas tras perder las cosechas
La consejera de Agricultura, Alicia Vanoostende, durante la visita, ayer, a una finca de plátanos en la isla de La Palma. DA

El campo canario está absolutamente desolado. Las fuertes rachas de viento y calima que afectaron el domingo con especial virulencia a Canarias han dejado una imagen devastadora para el sector agrario. Muchas cosechas de papas, tomates, aguacates, plátanos y hortalizas han quedado arrasadas y, lo peor de todo, es que se verán comprometidas para los próximos meses.

A falta de datos oficiales, la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga) habla ya de declarar zona catastrófica algunos lugares del norte y sur de la Isla debido a los efectos brutales de este temporal. Hay algunos agricultores, asegura Javier Gutiérrez, secretario general de Asaga, que comparan las rachas de viento del domingo con el Delta. Gutiérrez insistió en que a la intensidad del polvo en suspensión se unieron los fuertes vientos que provocaron la caída de muros e invernaderos. “Me cuenta un agricultor que todo el invernadero que acababa de instalar se le ha venido abajo. Si no llueve rápidamente con tal intensidad que haga un efecto lavado en la fruta, se hará muy difícil poder comercializar estas cosechas porque la tierra hará que las hojas no puedan hacer la fotosíntesis”, declaró.

Las zonas más afectadas en la isla de Tenerife se concentran en el Norte, lo que son medianías (La Laguna, Tegueste, Tacoronte, La Victoria y Santa Úrsula) donde más de 20.000 metros de invernadero se han venido abajo. Pero lo peor de esta zona se lo lleva la papa de medianía, que son aquellas plantadas a principios de enero/febrero, que “ha quedado literalmente arrasada. Hay muchas fincas que perderán la cosecha por completo. Las papas plantadas antes del 20 de enero se perderán casi al 100%”. “Solo escaparán”, según explicó Gutiérrez, “aquellas cosechas tardías, plantadas hace dos semanas”.

Pero, sin duda, las zonas más afectadas, han sido el Norte (Los Realejos, La Orotava y Puerto de la Cruz), así como el Sur (Guía de Isora, Alcalá y Adeje). En el Norte, sobre todo en la zona de El Rincón y La Longuera, más del 50% del plátano está en el suelo, pero lo peor es que lo poco que se ha mantenido en pie “está destrozado. La fruta está quemada por lo que las futuras cosechas están ya comprometidas”. El aguacate es otra fruta que se ha visto muy afectada. Más del 80% en la zona de La Orotava y Los Realejos está en el suelo. “En una finca, me cuenta un agricultor, tiene más de 40.000 kilos de fruta en el suelo”. En el caso del sur de la Isla, los efectos del viento y la calima también se hicieron notar. En la zona de Abama y playa San Juan “hay destrozos literales. Más del 50% de las producciones están en el suelo”. “No queremos ser catastrofistas”, explicó Gutiérrez, “pero es que la situación es desoladora. Hay muchos agricultores que acaban de hacer una importante inversión en invernaderos que se han venido abajo, y muchos que esperaban en breve recolectar la cosecha, ya la tienen perdida”.

Según Agroseguro, en Canarias se podría estar hablando de unas 8.000 fincas afectadas. Por este motivo, a lo largo de esta semana, cuando se dispongan de datos oficiales, Asaga enviará una valoración al Gobierno de Canarias para que declare algunas zonas de la Isla como zonas catastróficas.

Gutiérrez señaló también que las hortalizas al aire libre también se han visto seriamente afectadas, especialmente, la lechuga, coliflor, brócoli o tomates, que se han quemado. De hecho, el secretario general de Asaga indicó que en ocho o nueve días podremos notar carencias de algunas hortalizas en los supermercados.

La Palma

Por su parte, la consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende; el director general de Agricultura, Basilio Pérez; y el vicepresidente y consejero de Agricultura del Cabildo Insular de La Palma, José Adrián Hernández, visitaron ayer varias fincas de producción de plátano y aguacate. En los Llanos de Aridane estuvieron en la zona de Puerto Naos, en la que el viento ocasionó destrozos en fincas de plátanos e incluso derrumbó muros, provocando serios daños materiales. En el municipio de Tijarafe, pudieron constatar los efectos del temporal en plantaciones de plátano y aguacate. La consejera señaló que “todavía no hay una valoración de los daños, pero se prevén cuantiosos. Hay mucha afección a plataneras, con pérdida de producción, rotura de hojas que suponen un daño a largo plazo importante”.

Lo ocurrido el pasado domingo, con rachas de viento de hasta 153 kilómetros por hora en zonas como San Juan de la Rambla, supone un nuevo golpe para el campo canario, que a la escasez de agua y a los problemas de la merma de ayudas de Europa se une ahora la pérdida de cosechas.

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