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EN IMÁGENES | Un musical con sabor a los años 50 ensalzó el mejor Carnaval

Marco y María se estrenan al frente de una gala elegante que ganó ritmo con el avance del espectáculo y que coronó Paulina Rubio
Paulina Rubio en la Gala de la Reina del Carnaval de Tenerife 2020
Paulina Rubio en la Gala de la Reina del Carnaval de Tenerife 2020
Paulina Rubio, en la Gala de Elección de la Reina del Carnaval de Santa Cruz 2020. SERGIO MÉNDEZ

Prometieron que las candidatas serían las protagonistas de un musical de los años 50 y lo consiguieron. Marco y María pusieron los mimbres de una Gala de Elección de la Reina del Carnaval de Los coquetos años 50 que se desarrolló con altibajos en el ritmo y que ganó enteros casi al final con la actuación estelar de Paulina Rubio, quien estuvo apenas diez minutos sobre el escenario. En cuanto a las 16 fantasías participantes, los diseñadores han jugado sobre seguro, con diseños clásicos y sin apenas arriesgar. Incluso, los volúmenes han sido algo más pequeños que en otras ocasiones. Los trajes que se alzaron con los premios de Reina y damas, alcanzaron esos galardones porque, sin duda, fueron los más destacados.

La gala planteada por Marco y María ofreció momentos de verdadero frenesí con números musicales salpicando el escenario. Algunas actuaciones, como la de la rondalla Las Valkirias, que interpretó canciones de los 50 o la aparición de las murgas cantando Santa Cruz en Carnaval, hilo conductor de la primera parte del espectáculo, mostró el trabajo de estos grupos para una Gala que, como ya habían anunciado los directores, no tendría una obertura.

Fue la cantante Soraya, quien también ejerció labores de presentación, la que abrió la noche ataviada de Marilyn Monroe interpretando la famosa escena de la película Los caballeros las prefieren rubias, pero con el ritmo de Santa Cruz en Carnaval. Los números musicales se fueron intercalando con las candidatas que, como novedad este año, después de desfilar, al final de cada bloque de cuatro, salían de nuevo al escenario. Marco y María habían anunciado que serían las protagonistas y esta fue una forma de darle más tiempo bajo los focos, dado que, en el momento de la coronación, solo ocho subieron al escenario.

Uno de los instantes más emotivos de la noche fue la aparición en escena de todas las murgas cantando el pasacalles de la murga Diablos Locos, que este año cumple 50 en el Carnaval. El público se puso en pie para cantar con el resto de las murgas. Al término, Alexis Hernández le hizo entrega a Maxi y Tomy Carvajal, un ramo de 50 rosas.

La Gala fue creciendo gracias, sobre todo, al buen hacer de Alexis Hernández, que puso toda su experiencia y profesionalidad a disposición del espectáculo. Junto a él, Pedro Rodríguez compartió las labores de maestros de ceremonia. Con la aparición de Soraya en el escenario junto todas las comparsas el ritmo volvió a subir, hasta la aparición de la estrella invitada, Paulina Rubio. El huracán mexicano saltó al escenario justo a la medianoche con uno de sus temas bandera, Ni una sola palabra. Al grito de “¡Tenerife!”, reactivó al público, dirigió algunas palabras, volvió a sonar la música, y desapareció. Fue un broche, breve pero dorado para una gran Gala.

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