El incendio del domingo fue la gota que colmó el vaso. Entre otros motivos, porque desde hace más de una década vienen avisando al Ayuntamiento de Santa Úrsula, tanto por escrito como presencialmente, de la situación de desprotección y de abandono en la que viven pese a que pagan regularmente sus impuestos.
Eduardo Yerbenes, Ignacio Díez, María del Carmen Vivango, Ana Rodríguez, Dionisio Formoso, Rosa María Domingo, Ovidia Soto, Osmundo López, y Margaret Price son solo algunos de los vecinos de la urbanización Las Calandrias, en la avenida Los Pesqueros, que sufren la falta de alumbrado público, de limpieza viaria y recogida de basura diaria y del mantenimiento de lo que denominan “minibosques”, de los que “nadie se hace cargo”, pero aseguran que hay muchos más afectados.
El pasado fin de semana vivieron una situación de impotencia y miedo al no poder salir de la urbanización pese a que en la reunión que tuvieron en diciembre del año pasado con el alcalde, Juan Acosta, y responsables del Ayuntamiento, les dijeron que la avenida Los Pesqueros sería la vía que se utilizaría de emergencia para evacuar en caso de ser necesario. “¿Una avenida sin luz se utiliza como vía de emergencia?”, se cuestionan.
Sin embargo, dicen que no hay un plan de evacuación en La Quinta, “porque los estaba haciendo una persona de la que el Consistorio prescindió y actualmente no hay nadie que se ocupe de esta tarea. Y si la hay, La Quinta no lo tiene”, afirman.
En la zona hay tres barrancos, dos laterales y uno en el medio que atraviesa la calle Codeso, pero ninguno tiene mantenimiento. Hay especies invasoras “que están copando” todas las zonas verdes, ya sean públicas o privadas. ¿No se les puede exigir a sus dueños el mantenimiento con el peligro que supone que estén en ese estado de abandono?, se preguntan.
Un vecino envió un burofax comunicando los “pequeños bosques” que había en la zona y que fueron el caldo de cultivo de las llamas “y a pesar de que es obligatorio contestarlo, el Consistorio no lo ha hecho” dicen.
Ovidia resalta que le trasladó en una reunión al alcalde que existe un pozo de sondeo abierto en la zona del barranco de La Cruz, que según el Censo de instalaciones subterráneas, galerías y pozos de Tenerife tendría 75 metros de profundidad y “ahí sigue”, manifiesta.
Los afectados ya no “creen nada” de las negociaciones entre el Ayuntamiento y la promotora Acciona para intentar llegar a un acuerdo que le permita al primero recepcionar definitivamente La Quinta porque son muchos años que llevan escuchando la misma cantinela. “La constructora dice que se hizo una recepción tácita de la urbanización, con lo cual el Consistorio no nos puede decir que no ha sido recepcionada nunca, y por lo tanto, tenemos derecho a tener los servicios básicos”.
“Siento que me engañan todos”, se lamenta Rosa María.
“Vamos a pagar el IBI en una cuenta privada que sea de los vecinos”
Los afectados quieren que el Ayuntamiento les clarifique en concepto de qué pagan el IBI, que en el caso de los vecinos de La Quinta “es el doble que el de la autopista para arriba”. Su única petición es que de “una buena vez” los traten como al resto de vecinos de Santa Úrsula y “eso significa tener los servicios básicos, como agua, luz, recogida de basura y limpieza viaria”. Caso contrario, advierten, “vamos a pagar el IBI en una cuenta privada que abriremos los vecinos de la urbanización y cuando se resuelva toda problemática, liberaremos esa partida. Pero hasta entonces no se lo pagaremos al Ayuntamiento, ya que no pertenecemos a él en ningún sentido, entonces nuestros impuestos tampoco irán allí”