
El mantenimiento del patrimonio eclesiástico de la Isla con cargo al presupuesto del Cabildo insular de La Palma, intenta incorporar la protección de elementos como los campanarios de algunas de las más importantes iglesias de La Palma, especialmente la de El Salvador, en muy mal estado de conservación y motivo de un proyecto de restauración.
“Nos habían alertado de la necesidad de que el Cabildo supervisase el estado de los campanarios y relojes de algunas de las iglesias, por lo que hemos dado traslado de un informe al Obispado para establecer los trabajos y el mantenimiento que estos elementos, como parte del patrimonio cultural de La Palma, necesitan”. Así se expresaba la consejera de Patrimonio Histórico del Cabildo insular de La Palma, Jovita Monterrey, quien reveló que “hace muy poco realizamos una visita con el jefe de Patrimonio del Cabildo al campanario de la Iglesia de El Salvador”, una visita tras la que iniciaron “un proceso de negociaciones para evitar un mayor deterioro de esos elementos del patrimonio y conseguir que se pueda llevar a cabo el trabajo de conservación”.
La permanente entrada de palomas al campanario, con el efecto corrosivo del fósforo y el ácido que contienen sus excrementos, además de afear este y otros campanario, se suma a la falta de de mantenimiento de estas cuatro importantes campanas. Las campanas de El Salvador, un total de cuatro de las que la más antigua data del año 1664 mientras que la de autoría más reciente data de finales del siglo XIX, “se han convertido en una de las señas sonoras más destacadas en cualquier núcleo urbano de carácter histórico”, como ocurre en la capital palmera.
Así lo explica el cronista oficial de Santa Cruz de La Palma, Manuel Poggio. Explica el experto que “desde los primeros siglos de nuestra era estos instrumentos se han empleado para convocar a los fieles. Más tarde, comienza a documentarse su utilización en situaciones de peligro (incendios, alertas por invasiones…) y en ocasiones de júbilo general, como proclamaciones civiles, nombramientos de mandatarios y acontecimientos de todo tipo”. Poggio detalla que más allá de los toques diarios, en Santa Cruz de La Palma las campanas de El Salvador “han alertado a lo largo del tiempo de ataques piráticos, fuegos o se han hecho eco en las principales festividades”.
Protocolo de recibimiento en la Bajada
En la Bajada de la Virgen de 2015 se recuperó (después de más medio siglo perdido), dentro del protocolo de recibimiento, el Repique General de Campanas con el toque tradicional de cada templo de la ciudad; un trabajo que coordinó el musicólogo José Lorenzo Chinea y que quiere reeditarse en esta nueva edición de las lustrales. Asi lo detalla el cronista oficial de la ciudad, que recuerda que “este repique de campanas se realizaba en la tarde del jueves de la Semana Grande en coincidencia con las Danzas de Mascarones y Enanos y cuya simbología revestía aquella jornada en una especie de pregón alegórico del traslado de la patrona insular”. El Cabildo palmero y su sección de Patrimonio actuará, a la espera de una pronta respuesta del Obispado, tras haber sido alertado del grado de deterioro de estos elementos, en los que desde hace algo más de una década se instalaron los denominados “martillos eléctricos”.