
Al menos tres sanitarios del Hospital General de La Palma forman parte del grupo de los 33 casos positivos por coronavirus diagnosticados en La Palma, que ayer no fueron facilitados por parte de la Consejería de Sanidad del Ejecutivo canario. Lo que sí ha trascendido pese a todo, es que los últimos diez test detección del COVID-19 realizados en el centro hospitalario insular han resultado negativos. El Hospital General de La Palma ha tomado cautelas para evitar nuevos contagios entre el personal del centro, donde se sigue trabajando de forma constante, con una reestructuración de los horarios de algunos de los servicios esenciales en el centro, entre ellos los turnos en la Unidad de Cuidados Intensivos. La falta de información actualizada ayer, justo después del día de mayor pico de contagios registrados en la última semana, con nueve nuevos casos, ha generado una sensación de falta de transparencia informativa que no favorece la gestión de la emergencia sanitaria en la Isla. Mientras tanto, el Hospital palmero recibirá en estos días dos de los 50 sistemas automáticos de dispensación de medicamentos. Los sistemas automáticos de dispensación de medicamentos están diseñados para el almacenamiento, distribución y dispensación desde los almacenes hasta las distintas unidades clínicas que lo precisan
LA UME ACTÚA EN LA ISLA
Los trabajos de desinfección en La Palma y como mecanismo para combatir contagios por coronavirus, se llevaron a cabo desde primera hora de la mañana de hoy por parte de la treintena de efectivos de la Unidad de Emergencias del Ejército, la UME, que iniciaron sus labores en el centro penitenciario de Santa Cruz de La Palma, donde vive una población reclusa de algo más de 80 personas y donde se han purificado las instalaciones dependientes del Gobierno estatal. No ha sido la única actuación de los militares de este equipo en la Isla. Sus trabajos también se han desarrollado en dos puntos prioritarios de las infraestructuras públicas y del ámbito sociosanitario, las del Hospital de Los Dolores, con 112 residentes y único centro geriátrico de la Isla, además de la Residencia de Pensionistas de Santa Cruz de La Palma, dependiente también del Cabildo palmero y con 133 usuarios y con distintos niveles de dependencia. Los trabajadores del centro se mostraban satisfechos por esta actuación, que les permite tener mayores garantías ante una labor de prevención para evitar contagios entre sus ancianos, que forman parte de uno de los grupos de riesgo potencialmente más vulnerables y que con días atrás habían manifestado su preocupación por la escasez de material de protección. Más allá de la ejecución del trabajo, los responsables de la UME se presentaron ante algunos de los miembros del grupo de Gobierno del Cabildo, en un saludo que se llevó a cabo con las distancias de seguridad establecidas, entre el presidente de la institución insular, Mariano Hernández Zapata, y el vicepresidente, José Adrián H. Montoya.

EL IMPACTO PSICOLÓGICO DEL CONFINAMIENTO
La consejera insular de Acción Social del Cabildo palmero ha explicado con detalle las medidas que han puesto en marcha para hacer más llevadero del confinamiento en que viven los 132 ancianos de la Residencia de Pensionistas de Santa Cruz de La Palma. “Se han organizado actividades en las zonas ajardinadas de la Residencia que, por su amplitud, permiten guardar la distancia de seguridad y facilitan el esparcimiento y distracción de las personas residentes”, indican desde el Cabildo en un comunicado.
“En cuanto a las familias se ha establecido un flujo de comunicación telemática constante con la intención de que conozcan de primera mano la información que precisen y la situación de sus allegados. Asimismo, se están realizando videollamadas con las familias que así lo han solicitado para que puedan ver y hablar con las personas que viven en la Residencia. Con la inestimable y preciada colaboración de todo el personal, estamos atendiendo a la política número uno del Cabildo de La Palma: las personas son lo primero, y quienes peor lo pasan, una prioridad”, afirma Nieves Hernández, consciente de la crisis sanitaria de la que están siendo objeto varias residencias de ancianos públicas y privadas del territorio palmero. Subraya la consejera que son conscientes “del gran esfuerzo que pedimos tanto al personal como a las familias y las personas que viven con nosotros, queremos agradecer su respuesta positiva ante una situación tan delicada como la que nos ocupa y hacerles partícipes de que estamos poniendo todos los medios técnicos y humanos a nuestro alcance para afrontar esta situación”.