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La ‘Joya de la Corona’

La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife considera que la presencia en el puerto capitalino del crucero AIDAnova genera una economía indirecta y puestos de empleo
El crucero AIDAnova, en el puerto de Santa Cruz de Tenerife durante el estado de alarma por coronavirus
El crucero AIDAnova, en el puerto de Santa Cruz de Tenerife durante el estado de alarma por coronavirus
El crucero AIDAnova, en el puerto de Santa Cruz de Tenerife durante el estado de alarma por coronavirus. Fran Pallero

El AIDAnova es un crucero construido por Meyer Werft GMBH, astillero ubicado en Papenburg (Alemania), bajo contrato con Carnival Corporation para AIDA Cruises. La primera de las nuevas naves de la clase Excellence fue botada el 21 de agosto de 2018 y estuvo en fase final de pruebas de mar durante el mes de noviembre de 2018. Su bautizo tuvo lugar el 12 de diciembre de ese mismo año y, una semana después, se estrenó con su primer crucero saliendo de Tenerife, su puerto base.

A día de hoy, se siguen buscando vuelos chárter para enviar a los tripulantes a sus lugares de destino. Con los europeos no hay problemas en cuanto a la repatriación. El inconveniente radica en los tripulantes no europeos, puesto que hay que hablar con las embajadas de los países a los que pertenecen. Principalmente, en su interior hay filipinos, ucranianos, etc… Pasajeros ya no quedan y también se han bajado más de la mitad de la tripulación. Este buque tiene toda la parte náutica y hotelera. Es como si fuera un hotel flotante.

Lo primero que se hizo tras la llegada del AIDAnova al puerto de Santa Cruz de Tenerife, en la noche del viernes 13 de marzo, fue bajar a los pasajeros en la noche del sábado 14, quedándose la tripulación al completo. Con el transcurrir de los días, se realizaron varios desembarcos de tripulantes y se repatriaron en varios grupos. En total, se hicieron tres repatriaciones, con cerca de 200 personas en cada una de ellas. Se han llevado a cabo con enormes medidas de seguridad, que son las que indica Sanidad Exterior a través del Ministerio de Sanidad.

En guaguas donde pueden caber unas 65 personas, la capacidad se reduce considerablemente al tener que mantener la distancia de seguridad y, por lo tanto, no llegan a completar la capacidad máxima. Igual sucede con los aviones, porque en una aeronave de 200 pasajeros no puedes meter esa cantidad por el mismo motivo citado anteriormente. Por ello, las repatriaciones se están llevando a cabo de todos los tripulantes europeos. Va más lento de lo normal por las medidas de seguridad y, obviamente, por la falta de vuelos. Cuando se logra cerrar uno y se hace un paquete de tripulantes, se organiza el traslado desde el buque al aeropuerto. Todo supervisado y controlado por Sanidad Exterior. Como curiosidad y en uno de los desembarcos realizados días atrás, había un jamaicano entre los tripulantes que estaban siendo trasladados al aeropuerto. Lo que sucedió es que era residente en Alemania y no había problemas para su repatriación.

Las complicaciones llegan por lo siguiente. Ahora mismo, el Gobierno de España tiene cerradas las fronteras. Entonces, a los que son europeos los puedes trasladar. Para aquellos que son residentes en países fuera de la Unión Europea, hay que hablar con la embajada en Madrid, para que esta hable, a su vez, con la embajada del país del tripulante en cuestión y todo con el fin de ver si acepta repatriar a nacionales procedentes de España, cómo hacerlo y en qué condiciones, porque es un trámite nada sencillo de llevar a cabo e incluso puede llegar a tener dificultades. Hay que solicitar un permiso especial al Ministerio del Interior, para que deje transitar, simplemente del puerto al aeropuerto, a esas personas que pertenecen a países fuera de la Unión Europea.

De momento, el AIDAnova se quedará en el puerto capitalino esperando a que el sector se reactive o, al menos, hasta que pasen los periodos de cierre de fronteras y de cuarentenas que tienen fijados la mayoría de los países europeos, incluido España. Ahora mismo, AIDA pertenece a la compañía Carnival, que tiene su concesión en el puerto de Santa Cruz de Tenerife y, por lo tanto, es cliente y es el primer operador a nivel mundial de la industria crucerística. AIDAnova, dentro de la marca AIDA, es su buque insignia. Es el más moderno y el que va cien por cien propulsado a gas natural licuado. El que menos contamina, el más amigable medioambientalmente. En definitiva, es su Joya de la Corona y, por ello, han decidido dejarlo en el puerto santacrucero, que es donde tiene su concesión. En uno de los puertos donde tienen su terminal, donde pueden tratarlo con su gente, con sus empleados. De momento, no se ha comunicado oficialmente, pero por ahora la intención es seguir aquí y ver cómo va evolucionando esta crisis sanitaria. Si esto se alarga cinco o seis meses, a lo mejor se toma la decisión de enviarlo a otro sitio. Sin embargo, hoy por hoy, con las plazas competitivas que tiene el puerto estando en su concesión, en su atraque, con su terminal o cuidado por su propia gente, este puerto le da bastante seguridad a la compañía con respecto a poder moverlo a otros lugares.

Actualmente, ninguno de los buques de cruceros está realizando su función comercial. Es decir, en estos momentos, ninguno de ellos está ni haciendo, ni vendiendo excursiones, ni realizando la parte comercial de la compañía. Por lo tanto, cómo se gestiona esto o cómo se está gestionando desde Puerto de Tenerife. La Autoridad Portuaria entiende que tener al AIDAnova es tener que dar los servicios por varias razones. La compañía Carnival es el principal cliente de la Autoridad portuaria de Tenerife, dentro del mercado crucerístico y con todas sus marcas. Y AIDA Cruises (AIDAaura, AIDAbella, AIDAblu, AIDAcara, AIDAdiva, AIDAluna, AIDAmar, AIDAmira (futuro), AIDAnova, AIDAsol, AIDAstella, AIDAperla, AIDAprima, AIDAvita) es una de ellas, como también están Costa Cruceros (Costa Allegra (hasta 2012), Costa Atlántica, Costa neoClassica, Costa Concordia (hasta el 13 de enero de 2012), Costa Deliziosa, Costa Diadema, Costa Fascinosa, Costa Favolosa, Costa Firenze (futuro), Costa Fortuna, Costa Luminosa, Costa Mágica, Costa Marina (hasta 2011), Costa Mediterránea, Costa neoRomántica, Costa Pacifica, Costa Serena, Costa Smeralda (futuro), Costa Toscana (futuro), Costa Venezia y Costa Victoria); Cunard Lines (Queen Elizabeth, Queen Mary 2, Queen Victoria); Holland America Line (Ámsterdam, Eurodam, Maasdam, Nieuw Amsterdam, Noordam, Oosterdam, Prinsendam, Rotterdam, Ryndam, Statendam, Veendam, Volendam, Westerdam, Zaandam, Zuiderdam); P&O Cruises (Arcadia, Artemis, Aurora, Azura, Oceana, Oriana, Ventura); y así, como con diversos buques de Princess Cruises. Seabourn Cruise Line, P&O Cruises Australia o Carnival Cruise Lines.

el mayor cliente

Todas esas marcas sumadas suponen el mayor cliente de Puertos de Tenerife y uno de los mayores clientes de la Isla, a nivel de recepción de cruceristas en lo turístico. Dicho esto, tanto las tasas que pueda generar, que hay que decir que generan bastantes, ya que el buque atracado en larga estancia, que es lo que ha pedido el AIDAnova, suponen unos ingresos importantes y eso le viene muy bien a la Autoridad Portuaria. No obstante, más que eso, lo que sí hay que resaltar son todos los servicios complementarios que un buque como el AIDAnova atracado en el puerto necesita. O sea, agua, combustible, comida, provisiones, etc… Se quiera o no, en estos momentos de crisis, para esas empresas del mundo portuario esa pequeña actividad (que es pequeña en relación a lo que pueda generar una Isla), hace que algunas de ellas no lleguen a cerrar, que puedan dar servicios, que sus empleados puedan seguir cotizando. Lógicamente guardando siempre todas las medidas de seguridad sanitarias, que es quien está ahora mismo regulando y controlando todo.

En resumen, más que por las tasas o los ingresos que generan como puerto, que son importantes, es por el trabajo indirecto de todo lo que genera este barco en el mismo para todas esas empresas que han perdido actividad. En vez de despedir a sus trabajadores o realizar ertes, pues pueden todavía seguir cotizando a la Seguridad Social y generando, también, una actividad portuaria importante. Lo que se está mirando desde la Autoridad Portuaria es ese tipo de beneficios que todos necesitan.

El AIDAnova solicitó atraque en larga estancia cuando comenzó esta crisis sanitaria hace casi cuatro semanas. Lo hizo antes de su llegada a la Isla el pasado 13 de marzo y fue aprobado en esa semana, porque se le pidió una documentación que se tramitó a Sanidad Exterior. Ésta la analizó, vio que cumplía con todos los requisitos y todos los requerimientos sanitarios, y se le otorgó desde Madrid. El Ministerio de Sanidad dio la autorización a la Autoridad Portuaria para atracar al AIDAnova de larga estancia. Se comprobó que no había nadie enfermo, llevaba una cuarentena de muchos días donde no se permitió subir a nadie al barco y tampoco bajar, y que no venían de ningún país de riesgo. Valoraron sanitariamente este tema y, una vez que Sanidad dio el ok, está concedida la larga estancia.

Otro dato que hay que destacar de esta joya de la corona de AIDA es que los barcos cuando navegan generan agua potable. Cuando realizan pruebas técnicas navegando en alta mar hacen funcionar la maquinaria que tienen con una especie de potabilizadoras internas. Tratan el agua marina y pueden llevar, incluso, hasta agua potable. Es fundamental que los motores no estén parados mucho tiempo, sin poder hacer girar las hélices. Es parte del mantenimiento que el barco no esté parado durante largos períodos. De ahí esas salidas a alta mar cada quince días. Cada vez que realizan esta operación tienen que coger prácticos, remolcadores (estos sólo como apoyo), amarres y toda una serie de servicios.

Por lo tanto, salir y entrar ya genera economía local. Esto le viene bien a la Isla y genera puestos de empleo, no personas desocupadas. El hecho de salir y volver a entrar, combustible, dos contenedores de comida, documentación, trámites, contratar guaguas para transportar a las personas del puerto al aeropuerto. Eso ya es algo. Se genera una economía indirecta de tener esos barcos atracados en Tenerife y esa es la labor de la Autoridad Portuaria como administración pública. Generar economía para la Isla y más en estos momentos.

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