Las Islas fueron las primeras en entrar en esta crisis sanitaria (y ya también económica) y quieren ser las primeras en salir. El desconfinamiento gradual va cogiendo forma en Canarias. De hecho, según previsiones, el Ejecutivo autonómico planteará hoy a los grupos de la oposición el documento elaborado por el Comité de Gestión de la Emergencia Sanitaria del coronavirus, cuyos expertos, pertenecientes a las dos universidades públicas canarias, han establecido cuatro fases para su completa ejecución, a razón de una por semana si los datos epidemiológicos lo permiten, por lo que dichos plazos pueden variar en función de distintos factores de carácter científico y técnico, con el fin de preservar la seguridad.
Si bien la prioridad de la institución regional, tal y como han apuntado sus responsables, es la emergencia sanitaria, también ha estado en boca del presidente Ángel Víctor Torres la posibilidad de que, de no reactivarse pronto la economía, una importante cantidad de personas puedan llegar a tener que enfrentarse a “pobreza y hambre”. Un escenario que intentan evitar con un regreso cada vez más cercano.
Pero la reapertura de negocios y la aplicación de medidas de prevención para evitar nuevos contagios no es lo único que ocupa en la actualidad a la administración. Torres ha asegurado que, aparte de trasladar a Madrid el plan de desconfinamiento, de igual manera se trabaja en el diseño de una estrategia para la reconstrucción de los sectores más afectados por la crisis, como nuestro corazón: el turismo.
Y es precisamente esta actividad la que más preocupa, dado que de ella dependen la mayor parte de los isleños. Son muchos los puestos de trabajo que están en juego; de no lograr arrancar la maquinaria a tiempo, decenas de miles de canarios se verán abocados a hacer la cola en el INEM. Es algo para lo que, defienden, hace falta unidad de acción, tanto entre administraciones como entre partidos políticos.
En lo referente a la desescalada que dará a conocer hoy el Gobierno de Canarias, el uso de mascarilla y el distanciamiento social seguirán siendo una tónica habitual durante bastante tiempo. Se contempla la salida progresiva de las personas mayores, al igual que los niños. En la primera fase, los pequeños comercios y las peluquerías -con limitación de aforo- podrán abrir sus puertas. En la segunda, lo harán los establecimientos turísticos, los gimnasios y centros comerciales; estos últimos para la adquisición de productos muy concretos. En la tercera será el turno de las playas y restaurantes, de nuevo, con aforo reducido. Y en la cuarta, se espera un reencuentro con las ambrosías Tirma -ganadoras del Mundial de Chocolatinas- a bordo de un Binter.
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