Valbuena cierra con su equipo la orden que permite volver a clase el 1 de junio

El consejero de Educación del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena, inició las gestiones al frente del área reuniéndose con su equipo para coordinar los protocolos para iniciar el proceso de desescalada en sistema educativo y cumplir, como así se lo pidió el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, con el encargo de culminar el curso 2019-2020, que continuará siendo de manera telemática salvo para los alumnos de final de ciclo educativo, es decir, los de 6° de Primaria, 4° de ESO, 2° Bachillerato y 2º de FP, que con carácter voluntario, individual y con cita previa, podrían acudir al centro educativo desde el próximo lunes y hasta el 19 de junio para su seguimiento en los centros, bajo unos protocolos que deberá firmar el nuevo consejero. Desde el 19 de junio al 30 de junio, los centros y los docentes se dedicarán al trabajo burocrático y de organización del nuevo curso.

Entre hoy y mañana la comunidad educativa conocerá los detalles del protocolo para finalizar el curso académico, tras las correcciones realizadas al salir el pasado sábado las últimas novedades en el BOE y darles el visto bueno desde las áreas de Salud Pública y Atención Primaria. Educación había planteado apoyar desde el 1 de junio al alumnado que acaba etapa y reencontrar al más vulnerable, el que ha estado desconectado durante este confinamiento, para programar su refuerzo educativo. Habrá un apartado específico para las Escuelas Infantiles, un colectivo muy sensible. Es una regulación pionera a nivel nacional y ayudará a la conciliación laboral de los padres. La falta de protocolos del Ministerio ha supuesto un hándicap para la planificación.

La directora General de Personal de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Marisol Collado, reconoció que “pese a que los centros llevan 30 años con una autonomía propia en la toma de decisiones, es necesario que tengan un marco jurídico para implementar las medidas a adoptar en la fase 2 de la desescalada. Pero eso no significa que tuvieran que abrir desde el primer día, ya que cada uno es diferente y tienen distintos ritmos de acondicionamiento, limpieza o incluso en la situación de su personal sensible a la Covid-19. Los centros nos están explicando cuales son sus necesidades y demandas para darles respuesta. No vamos a dejarlos solos, aquí vamos a salir de la crisis todos juntos de la mano: familia, alumnado, Administración educativa y otras administraciones”, reiteró.

Ante la polémica sobre la voluntariedad de los docentes y alumnos para volver a las aulas de forma presencial, reiteró que “dependerá de ellos, de los equipos directivos, y de la organización de sus actividades y la selección de los alumnos que puedan atender. No se va a obligar ni se va a prohibir a los profesores ni a los alumnos a que acudan. Hay docentes que quieren dar clase, así que podrán hacerlo, si los equipos directivos libremente en su autonomía lo aprueban. Habrá profesores que tendrán que reorganizar su horario si tienen que atender a diferentes grupos, unos de forma presencial y otros telemáticamente. Tampoco se va a atender al alumnado de 9.00 a 13.00 horas, a lo mejor deben acudir en un intervalo de horas, eso lo decidirá su centro”.

Los protocolos con los que se afrontará el final del curso escolar detallarán aspectos de prevención de riesgos laborales, escolares, etc., así como la organización específica de las distintas etapas.

nuevas aulas, recursos digitales y docentes

Preguntada por el inicio del próximo curso escolar en septiembre, la directora General de Personal de la Consejería de Educación afirmó que “habrá que esperar a ponernos de acuerdo el Ministerio y las comunidades en la coordinación. Si se camina en la bajada de ratios, dependerá de cada centro, pero se requerirán de muchas más aulas y, dependiendo de qué grupo o etapa, de más docentes. Otra cuestión es si se optará por un sistema presencial o se simultaneará con el virtual, por lo que habría que reforzar no solo el número de aulas, readaptando nuevos espacios en los centros, sino la instalación de pizarras digitales y conexiones a Internet para simultanearlas. También se barajan turnos de tarde, desdoblar cursos… Así que, tras elegir el modelo que incorporaremos en septiembre en Canarias, cada centro tendrá que hacer su propio diagnóstico”.

Collado afirmó que “lo más probable y lógico es la contratación de más docentes, pero no sabremos cuántos necesitaremos hasta que no sepamos el modelo que se implantará”, así como los profesores vulnerables ante el virus, a los que habrá que dar una solución, por ejemplo, con el teletrabajo y la docencia virtual.

La bajada de ratios alumnos por profesor/cuidador será mayor en los primeros cursos de Primaria, en infantil y en los estudiantes con necesidades especiales. “Habrá que hacer un esfuerzo mayor en organización y recursos para ellos. Es la población más vulnerable y de la mayor necesidad de conciliación familiar”, explicó.

La Consejería aprobó una partida extraordinaria de 200.000 euros para apoyar a los centros en las primeras compras de material de protección, como mascarillas, gel hidroalcohólico o desinfectantes y que se ampliará con una mayor inversión.