dÍa mundial del medio ambiente

La pandemia medioambiental, más peligrosa que la sanitaria

Los expertos advierten de que volver a los hábitos poco sostenibles que teníamos antes del coronavirus puede provocar consecuencias aún más graves que la propia enfermedad
La inusual nube de polvo registrada a principios de año en Canarias pone de relieve los efectos que puede tener el aire contaminado en la salud | SERGIO MÉNDEZ

Canarias goza de una riqueza medioambiental y de un patrimonio en términos de biodiversidad que corren serio peligro. El debate de las últimas semanas se ha centrado en las consecuencias económicas de las medidas decretadas para evitar la expansión de la Covid-19. Un factor clave, sin duda, pero los expertos siguen viendo dos aristas más: la emergencia sanitaria, que no ha desaparecido hasta que se desarrolle una vacuna contra el coronavirus, y el impacto medioambiental que está ocasionando de nuevo el ser humano tras ir abandonando, poco a poco, el confinamiento.

Durante la cuarentena generalizada a la que estuvo sometida la población desde el pasado 14 de marzo y hasta que se ha ido avanzando en el proceso de desescalada, las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera disminuyeron de forma considerable. Los mapas de polución apuntaban a un aire mucho más limpio en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, elemento que, además, ha sido considerado factor de riesgo, junto al tabaquismo, en caso de contraer la enfermedad.

Sin embargo, con la denominada nueva normalidad hemos recobrado algunos malos hábitos del pasado. No solo es que los niveles de contaminación hayan aumentado, sino que los materiales de protección empleados para prevenir contagios, como guantes o mascarillas, son arrojados al suelo o por vías inadecuadas, provocando así un gran impacto en la naturaleza, principalmente en el medio marino.

Las Islas, por su parte, poseen atractivos medioambientales de todo tipo. Desde parques nacionales y reservas mundiales de la biosfera hasta reservas marinas de interés pesquero y ecológico, pasando por una fauna autóctona de increíble valor, que ha recibido elogios de publicaciones especializadas por su variedad y singularidades. Pero dichas bellezas naturales corren serio peligro si se mantienen conductas poco sostenibles como las ya citadas.

AVANZADILLA

El consejero regional de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, desde su llegada al cargo, quiso dar un vuelco a la situación. Tal es así, que el Ejecutivo autonómico dio a conocer el pasado mes de febrero la Estrategia para el Plástico en Canarias. Un documento que, entre otras medidas, incluía una prohibición de los plásticos de un solo uso a partir del 1 de enero de 2021. Planes que pueden verse modificados por las circunstancias actuales derivadas del coronavirus, pero que sientan un precedente de cara a la preservación del medio natural, y que contribuyen a paliar los efectos del cambio climático, que hipotecan, incluso, el futuro de las playas del Archipiélago.

Según los expertos, el nivel del mar subirá casi un metro hasta finales de siglo, lo cual se traduciría en que determinados espacios, como las costas isleñas, corren el riesgo de desaparecer. Es el caso de la playa de las Teresitas, en Santa Cruz, que tal y como apuntó DIARIO DE AVISOS a principios de año, citando la publicación El Cambio Climático en Canarias. Impactos, de Editorial Turquesa, podría pasar a la historia en torno a 2099.

Esa es la gran preocupación que, paralelamente a la sanitaria y la económica, mantiene a los analistas en pie de guerra, exigiendo normativas que hagan reducir la huella ecológica y logren acabar con la que se ha llegado a llamar la pandemia medioambiental.

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