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Los cuidados de la salud mental en tiempos de pandemia

AFES Salud Mental garantiza la salud de usuarias de los recursos alojativos y pone en marcha Espacio 19 para apoyar a las trabajadoras
En la residencia El Nogal, se ha reforzado la atención a las personas usuarias con el refuerzo del personal. / DA

Por Claudia Simón

La crisis de la Covid-19 está obligando a hacer un esfuerzo extraordinario a muchas entidades sociales para atender a personas con discapacidad o en situación de dependencia, especialmente a las que viven en residencias y viviendas supervisadas. Es el caso de AFES Salud Mental, una asociación sin ánimo de lucro de Canarias, que trabaja desde 1982 para mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud mental y sus familias. La entidad gestiona actualmente nueve recursos alojativos ubicados en la isla de Tenerife, en las que atienden a 65 personas. Son recursos comunitarios y sociosanitarios de atención a la salud mental, dirigidos a personas con trastorno mental grave. En ellos trabajan equipos multidisciplinares especializados en coordinación con el personal sanitario del Equipo Comunitario Asertivo (ECA), perteneciente al Servicio Canario de Salud, gracias al convenio de colaboración entre el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife.

Las viviendas supervisadas suponen un hogar estable para las personas que en ellas conviven (entre cinco y seis). La atención que se les presta favorece el desarrollo personal y la rehabilitación psicosocial para garantizar un estilo de vida normalizado, orientado a la integración sociolaboral y a la promoción de la autonomía. Actualmente, el programa cuenta con 45 plazas. Eva Hernández es la directora del programa de Viviendas. Junto Los cuidados de la salud mental en tiempos de pandemia AFES Salud Mental garantiza la salud de usuarias de los recursos alojativos y pone en marcha Espacio 19 para apoyar a las trabajadoras con el equipo de Dirección y Soporte y Gestión de la entidad ha tenido que implantar todas las medidas higiénico-sanitarias por el coronavirus en tiempo récord.

El trabajo ha sido permanente y constante, siempre velando por la seguridad de trabajadoras y usuarias. “Al final somos un equipo unido que ha salido fortalecido frente a la adversidad”. Ancor González forma parte de ese equipo. Él es el educador de las viviendas de la zona norte. Con la incertidumbre y los temores previos, recalca que se han sentido muy privilegiados por disponer de equipos de protección individual (EPI) en todo momento, pese a la escasez y la especulación de los precios. Una de las intenciones de las trabajadoras ha sido siempre infundir esperanza y optimismo a las personas que atendían. Esta crisis ha permitido que muchas recuperen momentos de creatividad y crecimiento personal, y que los lazos de unión y afecto se estrecharan entre ellas, incluso con residentes de otras viviendas gracias a la tecnología.

Heliot, de 24 años, y Nieves, de 57, son dos de las personas beneficiarias de este recurso comunitario. Coinciden en que la lejanía de sus seres queridos ha sido lo más difícil y que el apoyo emocional que han recibido del ECA y de las profesionales de AFES Salud Mental ha sido fundamental. AL DETALLE Las rutinas, tanto de autocuidado, como de ocio y de las tareas del hogar y desinfección, han formado parte de su día a día. Aunque Heliot eche de menos jugar al fútbol con sus amigos, ha aprovechado para leer y cocinar; y Nieves, ante la falta de lienzos para dibujar, una de sus grandes pasiones, ha encontrado en la escritura la mejor vía para expresar sus sentimientos. La situación de aislamiento contiene factores de riesgo que pueden provocar un empeoramiento de la salud mental. Por ello, las viviendas y la residencia reforzaron los cuidados con la incorporación de nuevos profesionales, con los cuales se pudo ofrecer una atención más plena. En total, 40 personas ofrecen atención directa durante el estado de alarma.
La residencia para personas con discapacidad por trastorno mental grave El Nogal es un recurso alojativo que dispone de 20 plazas con atención las 24 horas. Su objetivo general es ofrecer una atención integral desde un enfoque biopsicosocial, prestando servicios de atención personal y de carácter social y sociosanitario en función de las necesidades. Argelio González, director de este recurso residencial, y Carmen García, técnica de integración social, relatan que las dos primeras semanas de confinamiento fueron las más complicadas por la tensión que suponía asumir toda la información que les llegaba y cumplir los protocolos. “Sobre todo siendo consciente del buen hacer y la responsabilidad de los pequeños gestos, para no perjudicar al resto”, dice Carmen. Después llegaron los apoyos de las nuevas compañeras de otros recursos de la asociación, se permitieron las salidas terapéuticas y se instauraron nuevas rutinas de ocio, lo que contribuyó a la normalización de unas circunstancias tan excepcionales.

Las actividades de autocuidado y de ocio han protagonizado el confinamiento. / DA

Alejandrina, de 55 años, y Anselmo, de 51, son dos de las veinte personas que conviven en la residencia. Han llevado el encierro bien en general, aunque Anselmo reconoce que estar tanto tiempo sin salir y visitar a sus seres queridos ha sido duro. En cambio, han disfrutado de los juegos de mesa con otras compañeras, las charlas con las cuidadoras, el ejercicio físico y la agroecología, entre otras actividades. Alejandrina, por su parte, ha seguido ensayando su papel en las obras Don Juan Tenorio y Romeo y Julieta, con vistas a representarlas lo antes posible. Afortunadamente, no se han detectado casos de coronavirus en ninguno de los recursos alojativos. La entidad adoptó todas las medidas de prevención necesarias desde la declaración del estado de alarma, dotando a los servicios de equipos de protección individual (EPI) y ofreciendo formación específica al personal. Además, próximamente se harán test de detección que enviará Salud Pública en coordinación con el Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria del Cabildo de Tenerife, el IASS.

El IASS es la Administración pública con la que AFES Salud Mental tiene el convenio interinstitucional para la prestación de los servicios alojativos y la promoción de la autonomía personal y la atención a personas en situación de dependencia. AFES Salud Mental no solo ha reforzado la atención de las personas con problemas de salud mental de los recursos alojativos; también de las trabajadoras. Con el objetivo de ayudarles y ofrecerles el soporte emocional que necesitan, la entidad ha creado el Espacio 19: Laboratorio de Cuidados, dentro de la política de desarrollo de personas de la entidad. Esta iniciativa consta de sesiones de orientación individual con la psicóloga y coach ejecutiva Isabel Mora, de la consultoría CPAS, y grupos de apoyo entre compañeras facilitados por Yurena Rodríguez, profesional de la entidad. Adaptadas a la situación, todas las acciones se desarrollan a través de videoconferencias y, aunque al principio solo participó el personal de los recursos alojativos, se ha extendido a toda la plantilla de la asociación. La entidad quiere reconocer y poner en valor el esfuerzo extraordinario realizado por el equipo humano, que ha trabajado en primera línea de atención de uno de los colectivos más vulnerables socialmente.

La labor conjunta y el compromiso ha garantizado su bienestar, fortaleciendo simultáneamente la red profesional y la resiliencia de AFES Salud Mental. Los más de 30 proyectos que actualmente la organización tiene en marcha se enmarcan en dos principales líneas de trabajo: la de incidencia política e influencia social, entre la que se cuentan las acciones de sensibilización para erradicar prejuicios y estigmas, luchar contra la discriminación social y avanzar en reconocimiento de derechos; y la prestación de servicios de atención directa a personas con problemas de salud mental y a sus familiares. Un total de 156 personas hicieron posible estas acciones y el desarrollo de los diferentes programas durante el 2019. La entrega de todas ellas hizo posible la atención a 1.794 personas.

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