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Pulso sin precedentes por el poder en Santa Cruz

Se inician dos semanas frenéticas de negociaciones y presiones, tras el pacto entre CC, PP y la concejala Evelyn Alonso (Cs) para desbancar de la Alcaldía a Patricia Hernández (PSOE)
La alcaldesa de Santa Cruz, Patricia Hernández, y el exalcalde, José Manuel Bermúdez. DA

La moción de censura que, según previsiones, será registrada hoy en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife contra la socialista Patricia Hernández, y que devolvería la alcaldía a José Manuel Bermúdez toda vez sea votada en la próxima sesión plenaria convocada para tal fin, ha sacudido el ámbito político, que hasta la fecha había priorizado la gestión de una pandemia que aún no se ha dado por finalizada. Hoy se abren dos semanas de negociaciones y presiones sobre el futuro de la Alcaldía de Santa Cruz. Entre los hechos más llamativos, sin duda, las propias motivaciones para hacer un movimiento de estas características en un contexto tan poco propicio, como es el de una crisis sanitaria.

Para los integrantes del grupo de Gobierno en la capital, PSOE y una edil de Ciudadanos, Matilde Zambudio, resulta difícil de concebir cuáles han sido las razones para querer presentar la iniciativa, con la que se comprometieron el pasado viernes ante notario Coalición Canaria, Partido Popular y una concejala de Cs, Evelyn Alonso, que ha desoído a la cúpula nacional de su partido, la cual le pedía que no se alejara de la “estabilidad”. CC se juega perder la alcaldía de Telde y el PP la de Málaga, además de la comunidad de Madrid.

De hecho, desde la bancada de los socialistas no dudan en calificar de “inconfesables” los motivos de Alonso para apoyar la censura, uniendo las consecuencias que tendría para ella a nivel particular, pudiendo ser expulsada de la formación naranja, y, de este modo, resultándole imposible mantener su puesto de trabajo como asesora en el Parlamento regional, así como perdiendo la capacidad de percibir salario alguno del Consistorio. Ramón Trujillo, portavoz de Unidas Podemos en Santa Cruz, hizo una lectura aún más específica, y es que CC, principal beneficiado por el movimiento de piezas, como si de una partida de ajedrez se tratara, posee “alergia al levantamiento de alfombras”.

Trujillo se refería a los casos Yatra y Juan Luis Guerra, destapados por el DIARIO y ahora en manos de la Fiscalía Anticorrupción, por presuntas irregularidades en la contratación de sendos artistas para el Carnaval tinerfeño en las ediciones de 2018 y 2019, respectivamente. Actuaciones en las que existían muchos interrogantes y dos factores comunes: los coalicioneros y Radio Club Tenerife.

SOLO EL PRINCIPIO

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, que según fuentes consultadas por este periódico, negoció con el senador Fernando Clavijo (CC) en Madrid los pormenores de la censura santacrucera, anunció a principios de mes una lista de ciudades españolas en las que su partido intentaría dar golpes de efecto y hacerse con el poder, consolidando lo que llegaron a denominar “gobiernos de libertad”. En esa selección de municipios no figuraba la capital tinerfeña, pero todo parece apuntar a que, en realidad, siempre estuvo en los planes de los populares. Para Egea sería su forma de compensar la Operación Relámpago, de mediadios de 2019, por la que quiso, en cuestión de días, cerrar un Ejecutivo conservador en Canarias en el que también participarían CC, Cs y Agrupación Socialista Gomera (ASG), el partido presidido por Casimiro Curbelo. Pero la maniobra fue un fracaso. Ahora ha intervenido en esta operación el líder popular en Tenerife, Manuel Domínguez, leal a Egea y buen amigo de Clavijo.

Y es precisamente el líder gomero de quien, de acuerdo con las mismas fuentes, Clavijo y Egea no han parado de hablar a lo largo de las últimas semanas. Al parecer, el coalicionero da por hecho que Curbelo se prestaría para replicar la moción de censura de Santa Cruz en el Gobierno regional, del que forma parte. E incluso esta estrategia sería puesta en marcha en otras administraciones isleñas. La inestabilidad en el Consistorio aronero habría sentado bien a una CC desesperada, tras un año fuera del poder, por hacerse con el bastón de mando; en Güímar ya habrían comenzado los contactos para desalojar al alcalde, Airam Puerta, y en localidades como Arrecife (Lanzarote), también se perciben algunos pasos en la misma línea. Sin embargo, CC se juega la alcaldía de Telde (si el PSOE apoya a NC) y el PP, amén de la comunidad de Madrid, puede perder la alcaldía de Málaga a manos del PSOE.
Lo cierto es que CC y PP han tenido un andar sibilino para acabar orquestando la que sería la primera moción de censura presentada en

España tras el confinamiento. El secretario general de CC en Tenerife, Francisco Linares, negó taxativamente que los coalicioneros tuvieran en mente desbancar a Patricia Hernández; más bien, señaló que su prioridad era “ayudar a la gente” por la pandemia. Afirmación que ahora queda en evidencia. Luego estaría la ausencia de la capital en el listado dado a conocer por Egea, unido al enfriamiento que escenificaron los populares a pocas horas de firmar la moción, dado que temían que pudiera ser interpretado como una ‘agresión’ por Cs, con el que comparten gobierno en lugares como Málaga o la Comunidad de Madrid. Una estratagema bien hilada, y de la que se conocerán nuevos episodios.

CS PERDERÍA GRAN PARTE DEL PODER QUE LOGRÓ TRAS LAS ÚLTIMAS ELECCIONES

Ciudadanos, tras las últimas elecciones municipales y autonómicas, alcanzó una cuota de poder en Tenerife difícilmente imaginable para una formación política tan joven. Enrique Arriaga y Concepción Rivero ostentan puestos destacados en la Corporación insular, donde mantienen un pacto con los socialistas, capitaneados por Pedro Martín. En Santa Cruz, Matilde Zambudio, edil del partido naranja también aliada con el PSOE no solo es primera teniente de alcaldesa, sino titular de áreas -algunas de ellas delegadas en otros miembros de la Gobierno local- como Promoción Económica, Empleo, Calidad de Vida, Deportes, Cultura y Patrimonio Histórico.

Pero la marcha del concejal de Cs Juan Ramón Lazcano propició una serie de hechos que hacen peligrar esa visibilidad que les aporta tener responsabilidades en instituciones de la Isla. La participación de Evelyn Alonso en la moción de censura de la capital, en contra de la dirección nacional de la formación de Inés Arrimadas, haría que el partido perdiera un lugar privilegiado en el ámbito público, quedando reducida su presencia, más allá de otras administraciones de menor rango, al Cabildo, donde se antoja complicado que puedan fructificar maniobras como la que, previsiblemente, pueda tener lugar en Santa Cruz a partir de hoy lunes, cuando se espera que CC, PP y Alonso registren la iniciativa contra Patricia Hernández.

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