El fútbol se detuvo para los blanquiazules después de aquel Tenerife 1-Ponferradina 0 jugado el pasado 8 de marzo. Tras ese duelo en el Heliodoro, el mundo se paralizó por completo y el fútbol pasó a ocupar un protagonismo residual en nuestras vidas. Tres meses después, el entretenimiento mayoritario de este planeta se abre paso y la escuadra tinerfeña vuelve a jugar un encuentro oficial. Lo hace esta tarde en el epicentro nacional de la epidemia, Madrid, y ante un equipo que pelea por el mismo objetivo: la permanencia.
El partido tiene un dudoso análisis previo. El coronavirus borró las referencias y trayectorias previas de los equipos que hoy se van a medir en el Fernando Torres. De nada vale decir que los de Rubén Baraja eran el segundo mejor conjunto de 2020, o que el cuadro capitalino encadenó 13 jornadas sin vencer, lo que provocó la destitución del técnico del ascenso Mere Hermoso y la llegada al banquillo de José Ramón Sandoval. Tres meses ha tardado el entrenador en debutar en el banquillo de un Fuenla que fue la sorpresa positiva durante la primera vuelta al convertirse en el matagigantes de la categoría de plata.
Lo único que nos puede servir de referencia es la clasificación y en ella se aprecia que tanto Tenerife como Fuenlabrada lucharán en este extraño tramo final de la temporada por el mismo objetivo: lograr la salvación sin pasar demasiados apuros.
Los blanquiazules tienen más cerca los puestos de descenso (cuatro puntos) que la zona de promoción (siete puntos), mientras que los locales podrían caer en la zona baja de la tabla si cosechan un nuevo mal resultado.
La primera decisión difícil que deberá tomar Baraja es la elegir correctamente al relevo del sancionado Aitor Sanz. Javi Muñoz, Iker Undabarrena o Javi Alonso son los candidatos a acompañar a Luis Milla, quien regresa a la que fue su casa.
El resto del 11 presenta algunas dudas más, si bien ayer el míster tinerfeñista aseguró que no quería conceder pistas.
En el bando rival, José Ramón Sandoval, entrenador experto en firmar salvaciones y que logró el ascenso a Primera con el Rayo Vallecano, ha tenido que trabajar mucho el factor psicológico en un equipo agotado antes del parón (no gana desde el uno de diciembre). Por lo tanto, el nuevo míster tratará de cambiar por completo la cara del Fuenlabrada, implementándole una nueva forma de jugar, queriendo ser protagonista. Respecto al 11, es segura la baja del portero titular Biel Ribas, que rescindió contrato durante la pandemia. Jugará Pol Feixanet.
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