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Los sindicatos del HUC defienden al Servicio de Urgencias de Burillo

CC.OO., Intersindical Canaria y UGT lamentan las declaraciones del consejero de Sanidad, Blas Trujillo, al entender que ponen en duda la profesionalidad y el buen hacer de los facultativos
Concentración del personal de Urgencias del HUC tras la destitución de Guillermo Burillo. Sergio Méndez
Concentración del personal de Urgencias del HUC tras la destitución de Guillermo Burillo. Sergio Méndez
Concentración del personal de Urgencias del HUC tras la destitución de Guillermo Burillo. Sergio Méndez

Las palabras del consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo, que atribuyó el cese del coordinador del Servicio de Urgencias del HUC, Guillermo Burillo, a razones organizativas fueron contestadas ayer por los sindicatos. El consejero desglosó en el Parlamento los indicadores que, a su juicio, causaron dicha destitución. Entre los mismos citó que era el área donde los pacientes registraban la mayor permanencia y se refirió a la planificación de vacaciones, la acumulación de horas extras, el aumento del gasto, el retraso en la implantación del triaje y la historia clínica electrónica. Trujillo recibió ayer duras críticas por parte de los sindicatos, que se posicionaron a favor de los facultativos tras escuchar su intervención esta semana en el Parlamento.

Guillermo de Loño, de Comisiones Obreras, acusó a Trujillo de no estar bien asesorado, “poniendo en duda la profesionalidad y buen hacer de un equipo que se ha dejado las pestañas en el cumplimiento de su deber”. Recordó que el Servicio “no está diseñado ni dimensionado para atender el volumen de población asignado, y que sus instalaciones y dotación son inadecuadas y obsoletas, como consta en las múltiples solicitudes del cesado para su remodelación y renovación”. Si, a pesar de todo, Urgencias “cumple su cometido de forma digna, es justamente por el compromiso y dedicación del personal”.

Por su parte, Catalina Darias, de Intersindical Canaria, tildó de “desafortunada” la intervención de Trujillo. “El análisis simplista que ha hecho de la problemática que sufre el HUC, así como de su servicio de Urgencias, nos lleva a pensar que, o falta a la verdad de forma intencionada, o ha recibido información altamente sesgada”. Recordó que cuando se integró en el Servicio Canario de la Salud, en el año 2009, el HUC ya adolecía de un déficit de cerca de 600 trabajadores, “lo que ha supuesto continuas cargas laborales y asistenciales extremas que se vieron agravadas en el 2013, cuando tuvo que asumir, sin partida presupuestaria adicional, la atención del área norte de salud de Tenerife y de La Palma”, cerca de 600.000 habitantes más sin que se reforzaran y adaptaran los recursos humanos y materiales a las necesidades reales. “Las instalaciones no estaban concebidas para ser un centro de referencia y la falta de camas ha condicionado los reiterados colapsos que siguen sin corregirse”, manifestó Darias.

Asimismo, achacó la fuga de profesionales que padece el HUC a las malas condiciones laborales existentes en el centro, “que suponen un trato discriminatorio” con respecto a otros como el de La Candelaria, que “cuenta con mejores y más estables condiciones laborales”, lo que repercute en la calidad de la asistencia sanitaria. “Gran parte del personal no ha podido hacer uso de sus permisos, ha trabajado 80.000 horas por encima de la jornada legalmente establecida y ha tenido que realizar comunicaciones de descargo”, explicó.

Un hospital de Tercera

Por otro lado, UGT recalcó que “la gerencia no ha hecho bien su tarea desde hace décadas” y, no conforme con eso, “los datos facilitados” a su consejero “son falsos”. Si existe algún problema entre el Servicio y la gerencia “hay que denunciarlo”, como ha hecho el excoordinador, “reseñando responsabilidades y soluciones, pero no culpables”. La formación sindical exigió que “no se ponga nunca más en duda la profesionalidad y buen hacer” del personal, ni “hablar de sobrecostes en contrataciones, ya que seguimos siendo un hospital de Tercera en cuanto a ratios”.

Todos los sindicatos incidieron en que el número de ingresos y el tiempo medio de estancia de los pacientes no dependen de los facultativos ni de su coordinador, sino de infinidad de factores, ninguno de ellos atribuibles a su mala praxis: celeridad en atender las solicitudes de interconsulta tramitadas por los facultativos de Urgencias, disponibilidad de camas en el Hospital, etc. En cuanto a la historia clínica electrónica, los problemas derivados por su mal uso -en ningún caso por parte de sus facultativos- han sido denunciados y la solución tampoco depende del personal del Servicio. Además, Burillo solicitó la adquisición e implantación del programa de Triaje desde hacía mucho tiempo y nunca fue atendido, por lo que no tiene nada que ver con su gestión.

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