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Mena ve posible la reunificación y agotará las vías “internas y externas” frente al PSOE

“Mis manos están limpias”, asegura el alcalde de Arona, que cree que la renuncia del acta de Luis García puede ser “clave” a la hora de encontrar una solución
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Con semblante serio, mascarilla blanca y flanqueado por los concejales Francisco Marichal y Raquel García, se presentó ayer José Julián Mena en el Centro Cultural de Los Cristianos para hablar por primera vez de la división de su grupo de gobierno en Arona, que amenaza con hacer saltar por los aires la única mayoría absoluta que logró el PSOE en 2019 en Canarias en un municipio con más de 100.000 habitantes. En la sala Guaza le esperaban más de veinte periodistas ávidos por preguntar y conocer su versión de la crisis municipal 23 días después de que explotara la bomba de la destitución del concejal de Urbanismo, Luis García.

El regidor reiteró su intención de no abandonar el cargo, a pesar de pedírselo la dirección de su partido, y se mostró convencido en poder revertir la decisión adoptada por la ejecutiva Federal y las direcciones regional e insular, que el pasado sábado le pidieron formalmente, tanto a él como al edil de Urbanismo, que entregaran sus actas, agotando para ello “todas las vías internas y externas”, porque, dijo, “mis manos están limpias”.

A pesar del enconado enfrentamiento entre los dos sectores, que ha partido en dos mitades al grupo municipal de 14 concejales, Mena ve aún viable desactivar la crisis con la reunificación del grupo de Gobierno. “No somos una pandilla, somos mujeres y hombres comprometidos con Arona”, remarcó, e insistió en que la prioridad es “sellar un acuerdo interno” dentro del grupo municipal, por lo que apeló a la “generosidad y coherencia de mis compañeros, con los que espero gobernar”, dijo.

Asimismo, agradeció la renuncia al acta de Luis García (anunciada el pasado martes) al entender que puede ser “clave” a la hora de encontrar una “solución de estabilidad” en la gobernabilidad del municipio. Sobre su destitución al frente de Urbanismo, se limitó a decir que “ningún alcalde que gobierna con mayoría absoluta abriría una crisis sin causa justificada”, sin especificar las “sombras de duda” que apuntó en un comunicado el día de su cese.

A su juicio, detrás de la crisis del gobierno local existe “una campaña de presión evidente de algunos empresarios de Arona con actuaciones muy poco correctas, que buscan un gobierno dócil a sus intereses”, campaña en la que implicó a “algunos medios de comunicación”.

Respecto a la posible apertura de un expediente disciplinario por su partido, Mena expresó su confianza en que tal situación no se produzca y recordó que su anuncio de no entregar el acta de concejal se inspiró en Pedro Sánchez, secretario general del Partido Socialista y presidente del Gobierno, “que también hizo frente al partido cuando consideró que la decisión de apartarlo era injusta”, y al que “el tiempo le ha dado la razón”.

Tras recordar que los dictámenes jurídicos apuntan a la inviabilidad de una moción de censura, el regidor lamentó el “equilibrio” de la Ejecutiva Federal y las direcciones regional e insular a la hora de exigir responsabilidades, sin sopesar el peso de un edil y el de un alcalde “que ha obtenido el 48 por ciento de los votos, 14 concejales y 30 puntos más que la segunda fuerza más votada”. Para hoy está prevista la reunión de la Ejecutiva Insular del PSOE, tras ser suspendida ayer a causa del cero energético en Tenerife.

Casimiro Curbelo

Respecto a las declaraciones del líder de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), Casimiro Curbelo, en las que señalaba que Mena le había llamado “para pedirle oxígeno” y que no lo iba a fichar, el alcalde manifestó que no fue la única llamada que hizo para “hacer partícipes” a sus interlocutores de una “situación injusta”. “Lamento si esa llamada le pudo molestar, pero lo que a mí me mostró no es lo que se está diciendo”, comentó.

Preguntado sobre el papel del abogado Felipe Campos en el Ayuntamiento, aseguró que “no es ni ha sido nunca” su asesor y que tampoco ha llevado “ni un solo caso” del Ayuntamiento de Arona e invitó a “quien quiera insinuar un trato de favor, que lo pruebe”. El alcalde socialista confirmó que uno de los funcionarios municipales le entregó una petición de “auxilio” porque se veía coaccionado. “Me lo tomé tan en serio que lo puse en conocimiento del concejal de Urbanismo para que tomara las decisiones más oportunas”, declaró.

“Mis manos están limpias. Nadie puede acusar a este alcalde de haber adoptado ni una sola decisión irregular, y en caso contrario, que lo digan con claridad, y no de una manera velada. Estoy cansado de alusiones y de insinuaciones, que son la mejor manera de acusar sin afirmar y de no dar instrumentos al contrario para defenderse”, criticó.

Por último, José Julián Mena mostró su “absoluto rechazo” a las acusaciones vertidas por el presidente del PSOE aronero, Agustín Marichal, contra técnicos y trabajadores del Consistorio, y pidió perdón al pueblo de Arona por el “espectáculo bochornoso” de las últimas semanas, aunque lo consideró “más mediático que real”.

Una hora después de sentarse frente a las cámaras y micrófonos y de responder a más de una veintena de preguntas de toda índole, Mena se despidió, ante los aplausos de sus compañeros. Tuvo tiempo de atender algunos directos de radio y departir con los suyos antes de marcharse a celebrar su 42 cumpleaños.

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